Crítica de Daredevil: Born Again - Temporada 1 completa (Disney+)

Aunque la mayoría de la gente está de acuerdo en que el Universo Marvel de Netflix estaba lleno de decepciones, entre las que destacan Iron Fist y The Defenders, el amor por la interpretación de Charlie Cox como Daredevil es prácticamente universal. No, nadie destaca las distintas temporadas de la serie como clásicos dignos de un Emmy, pero ¿una televisión de superhéroes sólida como una roca? Sí, parece haber un consenso relativamente amplio al respecto.

Por eso la mayoría de la gente lloró la pérdida de Daredevil de Cox cuando se rompió la asociación entre Netflix y Marvel, y por eso hubo un gran regocijo cuando se convirtió oficialmente en el único en unirse al Universo Cinematográfico de Marvel.

Primero fue a través de Spider-Man: No Way Home, luego en She-Hulk, pero ahora en serio a través de Daredevil: Born Again, una serie del UCM que insufla oficialmente nueva vida al pequeño microcosmos de Daredevil, al tiempo que es una especie de continuación de facto del marco narrativo general de la era Netflix.

Así pues, vayamos al grano: ¿se trata de una digna continuación de las temporadas de Netflix, a veces bastante impresionantes? Sí, lo es en más de un sentido, porque Born Again retoma prácticamente los hilos, tanto tonales como más pragmáticos, de las temporadas de Netflix, y nos ofrece una secuela sin reservas, cortada prácticamente por el mismo molde. Vincent D'Onofrio como Kingpin. Sí, vuelve a ser el villano central. ¿Una representación más sombría de Nueva York que las brillantes producciones de la serie del UCM? Sí. ¿Y más atención a las escenas de lucha de baja tecnología, brutales y cinéticas, con varias tomas únicas salvajes? Por supuesto. En otras palabras, todo está aquí, todo lo que dio energía a la interpretación de Cox del personaje.

Hay pequeños baches en el camino, no cabe duda. Ya sea debido a nuevos rodajes o a problemas entre bastidores, hay varios gráficos hechos a ordenador de una calidad deplorable que socavan la acción, que de otro modo estaría bien coreografiada, y en el primer episodio una secuencia emocionalmente impactante se ve arruinada por un montaje sorprendentemente mediocre y una colocación estratégica de los personajes. A medida que avanza la temporada, hay menos fallos de este tipo, pero distraen cuando ocurren y hacen que parezca que el proceso de posproducción se precipitó innecesariamente.

Dicho esto, los pilares de Daredevil siguen aquí: Cox, D'Onofrio, Deborah Ann Woll como Karen Page y un sólido reparto secundario que se toma a sí mismo demasiado en serio (es una serie que carece en gran medida de las clásicas frases hechas de Marvel), pero que es creíble y está bien escrita. Sí, algo de melodrama al estilo CW se cuela aquí y allá, sobre todo en los intercambios mundanos, que pueden parecer casi caricaturescos en su supuesta generalidad, pero es una serie bien actuada, de eso no hay duda.

Se podría argumentar que Born Again no intenta realmente impulsar todo el concepto o el marco de la serie, porque en realidad es más de lo mismo, en tono, en enfoque y en técnica narrativa. Pero al mismo tiempo, Charlie Cox en particular tiene la oportunidad de demostrar definitivamente que es realmente su versión de Daredevil la que sigue siendo tan convincente, y ya sea dentro o fuera del MCU, es por eso por lo que la serie tiene fans tan entregados. Born Again es, por tanto, una digna secuela que, a pesar de algunos tropiezos aquí y allá, consigue consolidar el pequeño microcosmos de la Cocina del Infierno como una parte memorable del ya bastante cósmico Universo Cinematográfico de Marvel.