Wolfs es una de las películas más "pequeñas" que he visto este año. Desde luego, no es una crítica, pero en un mundo en el que todo, desde los thrillers hasta las películas de acción, puede y debe ampliarse para que los protagonistas desentrañen una conspiración nacional o incluso salven al planeta de alguna amenaza existencial, ésta es una historia extremadamente íntima sobre un par de apañadores durante una sola noche, con muy poco impacto en la comunidad en general. Y eso también la convierte en un soplo de aire fresco.
Wolfs viene del director de Spider-Man, Jon Watts, que ha casado con éxito herramientas dramáticas tangibles con comedia chistosa y sólidas secuencias de acción, y aunque esto es un poco un salto de género, utiliza la misma caja de herramientas central aquí en Wolfs, pero de nuevo con un alcance mucho más moderado.
George Clooney y Brad Pitt interpretan a dos "solucionadores", manitas anónimos que han construido una carrera precariamente equilibrada ocupándose de situaciones delicadas. Limpian, se deshacen de pruebas, mueven contrabando, lo que sea, y en esta situación, es un cadáver en una habitación de hotel con el fiscal del distrito quien llama al personaje de Clooney para que se deshaga de él. Pero Pitt también aparece, y aunque estos solucionadores suelen trabajar solos, ahora se ven obligados a trabajar juntos. Va a ser una noche larga.
Y todo transcurre en unas pocas horas, desde altas horas de la noche hasta la madrugada, y aunque hay mucho en juego para Clooney y Pitt (que no intercambian nombres en absoluto), es una historia extremadamente pequeña sobre un pequeño enfrentamiento con sorprendentemente poco en juego. Es sorprendentemente fácil de digerir, y aunque eso significa que en realidad no te espera un gran desenlace dramático, todo está bien construido y la esencia es la justa para que muerdas lo suficiente como para que puedas masticarlo con facilidad y sin problemas.
Clooney y Pitt han actuado juntos varias veces antes, incluso en la serie Ocean's, y está claro que se sienten cómodos en compañía del otro. Incluso cuando el guion falla en un aspecto aquí y allá, lo que ocurre más a menudo de lo que crees, los dos lo arreglan con pura experiencia, con chulería, con habilidad, y combinado con una actuación sorprendentemente fantástica de los jóvenes Austrin Abrams y Zlatko Burić, ésta es una película bien interpretada que no te puedes perder.
Hay pequeñas cosas que podrían haberse ajustado más, no cabe duda. En general, la cinta da lo mejor de sí cuando Clooney y Pitt se permiten dar a cada escena un poco de alivio cómico, y al igual que Ocean's, las secuencias de acción no son nada del otro mundo. Afortunadamente hay pocas, pero una persecución en coche en el segundo acto se alarga, y a los tiroteos les falta algo de montaje y encuadre inventivos. No, es mejor cuando ésta se contenta con dejar que los personajes hablen entre ellos, porque son los que presentan todo el valor de entretenimiento, y son casi la única razón de ser de Wolfs.
También merece la pena mencionar que la partitura musical del largometraje decepciona muchísimo. Parece sacada de una serie de suspense de serie B de un servicio de streaming de segunda categoría, y pierde la oportunidad de dar al film algún tipo de carácter audible distintivo.
Pero dejando a un lado las objeciones técnicas, es difícil no sonreír cuando Clooney y Pitt hacen lo que saben hacer a la perfección, y de algún modo resulta tranquilizador que una buena interpretación y unos protagonistas carismáticos basten realmente para salvar una película que apestaría de verdad sin ellos. Es una oda al poder de las estrellas en su máxima expresión.