Ben Brudenell es todo un "Willy Fog" de los videojuegos, pues durante su carrera ha estado haciendo de desarrollador y artista de múltiples géneros, para diversas plataformas y en hasta tres continentes distintos. Cuando le entrevistamos en Gamelab 2018 repasamos su viaje hasta terminar trabajando en el éxito móvil Dawn of Titans para Natural Motion, que presenta un trabajo artístico muy especial.
El estudio tiene ahora un "nuevo proyecto en incubación", pero la conversación, a continuación, también se detiene en varios juegos del pasado de Brudenell, y quizá el más popular fue L.A. Noire de Team Bondi para Rockstar, una aventura que recientemente encontró nuevos fans en plataformas como la VR o Nintendo Switch.
"Es una pregunta interesante. Ha pasado el tiempo, se olvidan algunas cosas, las cosas no parecen tan mal", dice recordando probablemente los problemas legales que tuvo el estudio australiano. "Sigo enormemente orgulloso de lo que conseguimos. En su tiempo fue algo rompedor. Todo el diseño, el análisis en profundidad y cómo funcionaba, cómo escaneamos los cráneos y demás". L.A. Noire era para él "no sólo un videojuego, sino una nueva pieza tecnológica que sería el corazón de tu juego. Lo pasamos genial haciéndolo, recuerdo muchos momentos buenos".
De hecho, sobre aquellos momentos, Brudenell tenía una genial anécodta que contar al micro de Gamereactor:
"Una vez me llevé a uno de los artistas a una excursión fotográfica -porque habíamos ido como seis veces para sacar fotos de todos los edificios antiguos- y nada más bajarnos del avión fuimos al downtown. [El artista] nunca había estado en L.A. pero llevaba un par de años trabajando en el proyecto y le paró otro turista -como él- y le preguntó, '¿sabes cómo llegar a Main Street?' y él le dijo al instante, 'sí claro, ve por ahí, luego por allá y por allá'. Sabía llegar, pero nunca había estado allí. Todo de estudiar los mapas y edificios".
Brudenell también estuvo involucrado en el anterior The Getaway, que naturalmente pertenece al mismo género negro.