Conocíamos su nombre desde 2012, cuando 2K compró el proyecto ante la bancarrota de la publicadora THQ, pero sabíamos bien poco del juego en sí.
Cuando se descubrió en condiciones a primeros de este año, lo hizo en medio de un gran revuelo. Este era, después de todo, el nuevo proyecto de Turtle Rock Studios, creadores de Left 4 Dead, el adictivo título centrado en la cooperación multijugador de la generación pasada. El cambio de tercio es pasar de ciudadanos cualquiera sobreviviendo en un apocalipsis zombi contemporáneo a experimentados cazadores que intentan localizar gigantescas bestias en un planeta remoto, en un futuro lejano.
Aun así, cada partida consiste en cuatro combatientes controlados por los jugadores que se enfrentan a una criatura también controlada por otro jugador. ¿Cómo evitará Turtle Rock que se haga repetitivo? ¿Cómo puede enfrentarse uno solo a otros cuatro? ¿Terminará el behemot siempre en desventaja? ¿Y se podrá controlar mejor que un AT-ST con unos kilitos de más?
Tras dos horas de juego relativamente variado -un mapa, un modo, pero probando un hunter cada vez y finalmente pudiendo manejar a su corpulenta presa- las preocupaciones del párrafo anterior quedaron totalmente destruidas. La única pregunta que repetíamos después de la sesión de pruebas era cuándo íbamos a poder volver a jugar.
Fue un buen rato a los mandos, impresionante y sustancial -la mayoría de los eventos de primer contacto como este suelen ser una breve demo por parte de los desarrolladores y mucha palabrería sobre lo que será el proyecto- y sirvió para responder a la mayoría de nuestras preocupaciones. Hay profundidad, hay estrategia y hay un gran trabajo de cuidado y pulido. El equipo lleva un año echando partidas todas las noches. Por ese empeño, ya se ve, se juega y se siente fantástico. Y todavía nos quedan al menos seis meses para que llegue a las estanterías.
Lógicamente habrá más mapas, modos y diferentes bestias y personajes, que se irán introduciendo desde ahora hasta la salida. Pero la premisa central es esta: los cazadores aparecen en un extenso mapa e intentan seguir el rastro y dar caza (muerte) al monstruo principal. La criatura controlada por el quinto jugador intentará evitar la captura el tiempo necesario como para, a su vez, cazar y alimentarse de la suficiente vida salvaje como para evolucionar hacia una versión más poderosa, recibiendo habilidades adicionales.
Ambos bandos pueden enfrentarse entre sí en cualquier momento. Pero el monstruo es rápido, sus grandes saltos y capacidad de escalada significan que es mucho más ágil y capaz a la hora de atravesar el mapa que los cazadores, quienes dependen del rastro que deben seguir, tienen que advertir las reacciones de las bandadas de pájaros y emplear sus habilidades para dar con el paradero de la criatura y acorralarla. Los escenarios están repletos de otros tipos de vida salvaje, algunos incluso peligrosos para ambos mandos (y también usados como distracción letal para quitarte a los hunters de encima).
Cada cazador del equipo de cuatro miembros está especializado, cada uno de los roles poniendo de su parte en un conjunto equilibrado. Y lo que es más importante, todos resultan interesantes de jugar, y son esenciales para la supervivencia del equipo (consulta su descripción en una de las imágenes). Todos vienen equipados con un 'jetpack' que les puede llevar a zonas más altas y que también se aprovecha para impulsos y esquivas.
La criatura -una de las varias que se podrán seleccionar en el juego final- se llama Goliath y es sorprendentemente ágil dada su envergadura. Escoges dos habilidades básicas para empezar, y desbloqueas otra más en cada una de sus dos fases de evolución. Junto a tu ataque estándar cuerpo a cuerpo tienes la opción de un ataque con salto, un movimiento de carga, escupir fuego o lanzar rocas, pero Turtle Rock recomienda ceñirse a las dos primeras para recortar distancias entre bestia y hunters.
Las partidas que echamos fueron asombrosamente equilibradas. Los resultados favorecieron ligeramente al equipo de los cazadores, pero sólo hasta que uno de los desarrolladores se puso a los mandos de Goliath. Nos diezmaron en un par de minutos. Hay un límite de tiempo de 20 minutos en los enfrentamientos que provoca un final forzado, pero los desarrolladores aseguran que rara vez lo alcanzaron durante sus sesiones de prueba.
Con estos mecanismos, se despliegan cantidad de técnicas de caza y combate. Un jugador mantuvo tan bien escondido a Goliath entre el follaje que los cazadores pasaron por delante de sus narices sin darse cuenta de su presencia. Nosotros también ganamos nuestra partida controlando a Goliath, con una brutal pedrada que, dado el tamaño de la roca, se cargó a los tres que quedaban de un tiro. En otra partida gritamos de alegría cuando por fin conseguimos derribar a la bestia gracias al trabajo en equipo.
Que nadie tenga dudas; Evolve es un título increíblemente prometedor. La espera hasta poder volver a jugarlo y hasta que llegue al mercado su última evolución va a ser una tortura.