FUBAR (Netflix)

Arnold Schwarzenegger asume su primer papel en televisión interpretando a un espía de la CIA en etapa de retiro. Sin embargo, un día descubre que su hija, Emma, ha sido reclutada también por la CIA, lo cual trastorna por completo su vida. ¡Oh no! ¡El padre descubre el secreto vibrador pintalabios de su hija! ¡Qué incómodo! ¡Qué vergüenza! Imagina una versión de Mentiras arriesgadas, pero sin tensión, suspense, presupuesto ni personalidad. Esto es lo que nos presenta FUBAR, un producto audiovisual semiacabado fácilmente consumible, que da la sensación de ser una serie ficticia dentro de otra serie, creada como parodia. Sin embargo, es una realidad y se emite en nuestras pantallas, aunque una pregunta persiste en mi mente: ¿quién es realmente el público objetivo de FUBAR?

Los fans de Arnold Schwarzenegger definitivamente van a decepcionarse con un thriller de acción de bajo presupuesto que carece de intensidad. Es posible que el público de Netflix no encuentre atractivo a un protagonista de acción que parece forzado al pronunciar el nombre de Zach Galifianakis y reemplazar palabras fuertes por versiones más suaves para ser más accesible para el público más amplio, aunque esto rara vez funcione. La serie presenta una dinámica incómoda entre padre e hija en el mundo del espionaje, recurriendo a situaciones trilladas de sitcom de segunda para crear la ilusión de que es una comedia conmovedora, pero en realidad se siente como una de estas producciones que ponemos de fondo, mientras hacemos algo de mayor importancia en la sala de estar, como dormir.

FUBAR se inspira en la serie animada "Archer", donde la relación problemática entre un padre y su hijo causa situaciones complicadas en su agencia de espías. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre "Archer" y FUBAR: la forma en que la infantilidad se presenta. En "Archer", la infantilidad de los personajes funciona gracias a las dinámicas humanas, los conflictos intensos y los egos exagerados que generan situaciones hilarantes. La comedia surge de ver a adultos comportándose como niños. Por otro lado, en FUBAR, los personajes son niños que intentan actuar como adultos y esto no logra capturar la atención ni por un minuto. Además, la representación de la CIA como un circo de personajes superficiales que explican en exceso todo, con un humor similar al de "Big Bang Theory", y concluyendo cada episodio con lecciones de vida como si fuera un programa para niños, resulta aburrido.

En los 90, la premisa de la hija de un espía secreto y Schwarzenegger podría haber funcionado si hubiera caído en buenas manos. Podría haber funcionado como una película de acción irónica de dos horas que consiguiese equilibrar lo duro con lo cursi, quedando además en la Edad de Oro de Schwarzenegger. Aquí, sin embargo, resulta agotadoramente forzada y tremendamente aburrida. Hay uno o dos episodios que sí resultan algo buenos, como cuando la hija tiene que seducir a una persona por primera vez para poder descubrir los secretos de estado, pero ocho episodios es una cantidad angustiosa para llegar a un clímax que, en su mayor parte, carece de sentido. Por mucho que Schwarzenegger intente encandilar como un adorable abuelo de la CIA, está claro que el apogeo del icono de Terminator fue hace más de 20 años, y FUBAR no hará precisamente que los fans de Commando vuelvan al sofá a ver a su héroe de juventud.