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The Callisto Protocol

Guía The Callisto Protocol de trucos y consejos

¿No dejan de matarte los biófagos? ¿Necesitas ayuda? Toma buena nota de nuestras recomendaciones para aprovechar bien todos los recursos y exprimir el juego al máximo.

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The Callisto Protocol acaba de llegar al mercado como un genial survival horror diseñado como los mejores de toda la vida pero con algunas ideas, arte y tecnología fuera de serie. Como buen survival, su intención es que te sientas todo el rato en apuros mientras intentas escapar con Jacob Lee de la prisión de Ferronegro, principalmente con la amenaza constante de los biófagos, los infectados que suponen tu principal enemigo.

El sota, caballo y rey de los juegos de terror o supervivencia no basta para salvar el pellejo en TCP, ni tampoco dominar los tutoriales del juego. Por eso, durante nuestra aventura hemos ido anotando los siguientes trucos y consejos de The Callisto Protocol, una ayuda esencial con recomendaciones que a lo mejor has pasado por alto.


  • Actualización: Ahora que The Callisto Protocol está en PS Plus y además mantiene un precio muy bajo en edición física, no tienes excusa para explorar Ferronegro y por tanto esta guía te vendrá que ni pintada.

The Callisto Protocol
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The Callisto Protocol: Guía de Supervivencia

La dificultad Segundo Grado está bien ajustada

Tercer Grado, Segundo Grado, Máxima Seguridad. Esos son los tres niveles de dificultad que ofrece The Callisto Protocol al principio (lo puedes cambiar cuando quieras). Aunque algunos nos estáis diciendo que Segundo Grado os resulta demasiado difícil, en nuestra experiencia es un nivel bastante bien ajustado. En cuanto empecéis a dominar el combate y gestionar los recursos, os veréis con inyectores de salud de sobra, lo que significa que vais muy bien.

Las cajas azules tienen premio

Cuando encuentras un baúl grandote lleno de botín da mucho gusto, pero no olvides que las cajas azules también contienen 'loot'. No se pueden abrir con el botón A como cualquier otro contenedor o armario, pero casi siempre te dan algo útil (munición, salud o recargas del GAR). Por si no te habías dado cuenta, puedes destruirlas con la Porra Aturdidora o, en ocasiones que las colocan fuera de tu alcance a modo de secreto en el escenario, puedes atraerlas con el GAR y estrellarlas contra cualquier superficie. Y si no te queda GAR, espera un rato a que se recargue, que siempre merecen la pena.

Mejora la Porra Aturdidora

Conforme vas encontrando planos de armas de fuego querrás imprimir mejoras para ellas en la Reforja, pero no olvides dedicarle Créditos de Calisto a tu Porra Aturdidora porque la usarás en prácticamente todos los encuentros del juego y porque no consume munición, mientras que rara vez cambiarás entre más de dos armas de fuego cuando te atosigan los biófagos. Es importante que haga más daño, que desbloquees nuevos golpes y que mejores todo lo que tiene que ver con el bloqueo: tanto para romper la guardia enemiga como para facilitar que tú puedas parar los golpes enemigos y contraatacar.

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Domina los controles

Como The Callisto Protocol elige un sistema muy original para el combate cuerpo a cuerpo con el stick analógico, hay que aprender a usarlo bien y también dónde están las acciones que quedan desplazadas a otros botones. Aquí tienes un esquema para repasar las asignaciones del mando:

No te cortes en vender salud

El juego está diseñado para que rara vez necesites llevar más de un inyector de salud en tu inventario. En un encuentro normalmente no te dará tiempo a inyectarte dos veces, y si escudriñas bien el entorno siempre encontrarás algún inyector adicional o incluso pequeñas curas instantáneas. Por lo tanto, que no te dé reparo vender inyectores de salud en la Reforja para ganar más créditos de Calisto y poderte permitir esa mejora flamante que tanto deseas.

Cómo ampliar el inventario en The Callisto Protocol

En la primera parte del juego el inventario es muy corto y enseguida verás que tienes que sacrificar objetos y recursos porque no te caben y no dejas de recibir el mensaje "inventario lleno". Por más que busques en la Reforja, el inventario no se amplía comprando una mejora, sino que, al igual que la salud máxima, depende del traje de Jacob. Por lo tanto, no lo verás ampliado hasta 12 ranuras hasta el encuentro con Elías y la caída a la nieve.

Deja caer objetos

Para gestionar el espacio reducido, puedes soltar objetos en salas a las que volverás o que puedan pillarte de paso. No te preocupes, que no desaparecerán. Así puedes llenar el inventario de lo que más necesites: munición, salud, recargas u objetos valiosos, según la situación. Eso sí, muchas veces no sabrás seguro si puedes volver a cierta estancia.

Saquea todo enemigo caído: en el suelo o ensartado en pinchos

La regla número uno en cuanto derrotas a un biófago si no hay otro cerca es pegar un pisotón al cuerpo para saquearlo en busca de créditos, munición o salud. Siempre sueltan algo, y siempre basta con una sola vez. Y si lo que has hecho es ensartar a un monstruo en una pared de pinchos, entonces pégale con la Porra Aturdidora para seccionar el cuerpo y sacar el premio.

Prioriza los Convertidores de energía, los Descodificadores y las Impresoras de CPU

¿Un juego de supervivencia y me estás diciendo que venda la salud y que encima no vaya petado de munición? Pues sí. Por la naturaleza de los encuentros, muy mal se te tiene que dar para que no te apañes con un par de cargadores y esa porra tan poderosa que te hemos dicho que mejores lo primero. Así, podrás llevar en el inventario los objetos por los que más créditos de Calisto te pagan en la Reforja: el Convertidor de energía, el Descodificador y la Impresora de CPU. Además, si están impolutos te pagan un montante extra.

The Callisto Protocol

Los robots dejan caer un Descodificador

Los androides de vigilancia son uno de los enemigos más temibles porque te hacen muerte instantánea en cuanto te ven y les dejas disparar, pero si el juego te da una pista para derribarlos es por algo. Si consigues una cobertura con un buen ángulo, no es tan difícil dispararles dos o tres veces en la cabeza con el cañón de mano, y eso bastará para hacerlos caer. No son balas para el premio que sueltan: un Descodificador.

Imprime todo lo que puedas en cada Reforja

No te sirve de nada ahorrar para más tarde porque casi nunca te verás en la necesidad de comprar munición y salud si haces las cosas bien. En otras palabras, nada más ver una Reforja intenta vender todos los convertidores y descodificadores, e incluso algún inyector de salud de sobra, para alcanzar el precio de la siguiente mejora que te interese y cómprala de inmediato, incluso si no es otra más cara a la que querías llegar. Hay tramos bastante largos sin Reforja y no quieres pasártelos con los bolsillos llenos o con el inventario hasta arriba de objetos vendibles.

Reserva el fuego pesado

Armas como la Escopeta antidisturbios TK4 o el arma de ensayo son muy golosas las primera vez que las imprimes, pero su munición escasea más y muchos enemigos no requieren de su potencia de fuego. Parece una regla para cualquier survival horror, pero lo mejor es reservar estas armas como secundarias y, si el combate se tuerce, o se alarga, o vienen enemigos más grandes, entonces cambiar pulsando izquierda en la cruceta en lugar de intentar recargar la pistola actual. Eso cuando hayas desbloqueado la opción de ir intercambiando, claro está, y lo mismo se puede aplicar por ejemplo al disparo secundario del cañón de mano, unas balas explosivas que consumen cinco balas normales.

Valora cuándo lanzar enemigos al vacío

En enfrentamientos muy poblados o complicados, si llevas bien cargado el GAR puedes lanzar a dos o tres biófagos directamente al vacío (siempre que haya un hueco a tiro), pero piensa que entonces no podrás 'lootear' sus cuerpos. Esto es ideal para ahorrar munición y reducir el número de enemigos al principio.

Los biófagos ciegos son muchos y temibles, pero fáciles

Primos de los Chasqueadores de The Last of Us, estos enemigos son implacables si haces ruido porque suele haber muchos en cada zona y no te dejan margen de maniobra. Sin embargo, no ven tres en un burro, y es ridículamente fácil rodearlos y acuchillarlos sigilosamente con Jacob incluso cuando va agachado, por muchos más que haya alrededor. Además, consejo de pro: los pisotones o porrazos a los biófagos derrotados de la sala no hacen ruido suficiente como para alertar a los demás.

Las grabaciones de audio tienen pistas

Las grabaciones de los empleados de Ferronegro que te vas encontrando no son solo el coleccionable principal del juego, sino que en muchas ocasiones esconden guiños, referencias (como la que copiamos a continuación), easter eggs... y también pistas sobre cómo superar la sala actual o la siguiente.

"El puente sobre la Garganta de Schofield se construyó como parte del obsoleto programa de terraformación y facilitaba el acceso a la zona de aterrizaje de Arcas [lo que ahora es el Hangar]. Los túneles de servicio se incorporaron al complejo de la Garita y todavía se puede acceder a ellos".

Recuerda por dónde has entrado y comprueba el camino menos obvio

Aunque The Callisto Protocol es un juego bastante lineal, hay algunos caminos secundarios no tan evidentes y ciertos diseños de niveles pueden confundir o desorientar. Identifica bien tu punto de entrada, porque será la referencia cuando vuelvas al lugar, y no dejes de intentar irte por el camino menos indicado, porque suele ser el secundario que lleva a habitaciones y baúles con botín de gran valor.

Juega también con los checkpoints (verás el icono de guardado rápido en la esquina), porque muchas veces puedes volver hacia atrás cuando has guardado para seguir consiguiendo recursos.

Una puerta cerrada es una invitación

Si los diseñadores han puesto una puerta cerrada en el nivel es por algo. Si está en rojo, a lo mejor tienes que abrirla para avanzar (ya sea encontrando la tarjeta de acceso de algún empleado caído, manipulando el sistema de apertura o esperando a algún evento externo), pero a veces una puerta cerrada es una sugerencia para que intentes entrar en la sala de otra manera, ya sea por un conducto de ventilación, rompiendo un cristal con la porra o algo por el estilo. También piensa que los fusibles se pueden cambiar de un sistema a otro, y a veces debes usar el mismo para abrir puertas distintas.

Mejora a tope en Cúpula Habitacional para llegar bien a Perdido

En el cuarto capítulo te ofrecen muchos recursos para 'petar' a Jacob Lee todo lo posible, pero en cuanto caes a la nieve y te quedas Perdido en plena ventisca, la historia cambia y te pasas un rato largo sin Reforjas ni recursos. Aunque el traje oficial te amplía la salud y el inventario, intenta explorar a fondo toda la zona de procesado de residuos y oxígeno para equiparte al máximo, porque luego te acordarás.

Que no se te olvide esquivar

Al principio del juego te enseñan el nuevo sistema de esquiva y bloqueo y prácticamente te obligan a dominarlo para sobrevivir cuando todavía no tienes armas, ni GAR, ni siquiera Porra Aturdidora. Sin embargo, con el tiempo te irás viendo más poderoso y puede que quieras evitar los enfrentamientos cuerpo a cuerpo en todo lo posible, lo que hace que se 'oxide' tu destreza con las esquivas. Si sigues entrenando este arte te saldrá de forma natural en los encuentros más acalorados, cuando no te queda otra opción que encarar. Por cierto, lo mismo ocurre con el golpe fuerte de la porra, que es genial si calculas bien los tiempos y distancias. Además, aquí va un truco de pro: los enemigos más peleones siempre golpean una vez con cada brazo, así que debes ir esquivando a izquierda y derecha hasta que se abra un hueco para el porrazo.

ALERTA: TERRITORIO SPOILER

Cómo superar "sobrevive a la plataforma" en Subsuelo

Con un diseño clásico de oleadas que bien podría estar sacado de los juegos de acción de los 90 o de los mejores Resident Evil, este enfrentamiento en dos fases te hará sudar la gota gorda si no te organizas bien. Que la plataforma esté hasta arriba de baúles con munición, salud y recargas del GAR es un anticipo tan viejo como Doom.

Primero, saquea esos arcones pero hazlo con cabeza: su distribución es aleatoria tras cada muerte y a lo mejor te interesa ignorar cierta munición (en nuestro caso de la Pistola Táctica, que no la teníamos mejorada) o centrarte, sobre todo, en recargar el GAR. En cuanto activas la plataforma, empiezan las oleadas y lo mejor es lanzar fuera del transporte a los biófagos y recargar entre oleadas. Si te quedas sin cargas del GAR, dispárales antes de que salten la barandilla; así cuestan muchas menos balas.

Tras superar las oleadas te enfrentas con tu primer biófago bicéfalo. Sí, estás leyendo bien, es el primero de varios. El primer problema es que el checkpoint está colocado regulinchi: en nuestro caso, entre las oleadas y la intro del jefe recuperamos salud con dos inyectores con tiempo de sobra, pero el punto de guardado decidió que esas inyecciones se quedaban fuera por algún motivo. En todo caso, de poco te sirve ir a tope de salud porque lo más probable es que te reviente de un golpe. Pronto verás que es fácil jugar al "a que no me pillas" rodeando los contenedores, y es justo lo que tienes que hacer mientras vas vaciando cargadores en el monstruo. Por supuesto, los arcones todavía tendrán munición para que sigas armándote, y en esta fase pasa completamente del GAR. Si le dejas que se acerque demasiado, pulsa correr y atrás para hacer una esquiva apurada sin perderle de vista.

Repitiendo todo esto llegarás a un momento en el que se arrodilla, y entonces debes hacerle un combo con la Porra Aturdidora de golpes normales (R2 o RT). Ahí dejará de ser un ser de dos cabezas porque se arrancará la cabeza sobrante y atacará con más ligereza, pero la estrategia es la misma. Por cierto, no olvides pisotear su cuerpo una vez sobrevivas, porque los bicéfalos dejan caer una valiosa impresora de CPU que puedes vender en la Reforja por 1.000 créditos de Calisto.

Cómo derrotar al Jefe Final (Capitán Leon Ferris convertido en biófago Alpha)

Cada enfrentamiento con un biófago de dos cabezas es un entrenamiento para el jefe final. Como te decíamos más arriba, el de la plataforma es solo el primero, pues luego hay otro aún más duro en Arcas y otro en la sala de servidores de Ferronegro. ¿Y qué te enseñan estos combates? A moverte rápido, a saber escuchar por dónde viene el jefe, a gestionar munición y recargas del GAR y a esquivar algunos golpazos letales de estas bestias.

Al Capitán Ferris te enfrentas primero en la Cúpula, cuando te enteras de todo lo que estaban montando en la luna de Júpiter, de dónde vienen las larvas y qué es ese monstruo alienígena gigantesco. Entonces es una peleilla a porrazos en la que básicamente debes hacer combos de esquivas. Sin embargo, cuando sobrevives la cosa queda en tablas y es evidente que habrá combate final contra Ferris, pues su sangre completa el antídoto para Dani. Al final del juego, en la lujosa torre de la prisión, tendrás que derrotarle en su forma de Sujeto Alfa, el enemigo más formidable del juego.

Al igual que el biófago bicéfalo de Arcas, el checkpoint te deja apenas a unos metros de Ferris, por lo que ya puedes descartar meterte un chute de salud o hacer demasiado con las armas. Dicho esto, a diferencia de los monstruos de dos cabezas que te matan de un golpe (y por tanto se pueden pasar a toque), aquí si es importante recuperar un poco de salud durante el combate, pues si bien Ferris te revienta en cuanto te pongas a tiro cuerpo a cuerpo, hay dos causas más que te pueden matar si no llevas la barra en verde: las bolas tóxicas que lanza y los biófagos explosivos que se arrastran por el suelo en las fases del combate.

Lo bueno de este enfrentamiento es que hay más cobertura y no te limitas a jugar al ratón y al gato dando vueltas a la mesa central de la sala: si te fijas, con su irrupción ha destruido las paredes y cristaleras de los laterales, lo que te permite escapar mucho más fácilmente dando un brinco por encima de los mostradores de media altura. Esto es esencial para ganar tiempo para recargar, para apuntar desde lejos y para atraer con la GAR cajas azules, explosivos rojos o los biófagos reptantes, todo para lanzárselo al monstruo.

Ah, y respecto a los proyectiles verdes venenosos, algunos se esquivan fácil corriendo lateralmente o huyendo en línea recta y otros usando una pared como cobertura. Otros, si estás en rango, te los comerás con patatas.

Como buen jefe, tiene tres fases en las que debes castigar sin cesar (todo lo que te deje) una carcasa orgánica brillante que genera a modo de escudo. Una vez destruida, dejará ver una cabecita que es su punto débil, y pasarás de fase cuando machaques ese punto. En ese momento, cuando grita de dolor y genera otra carcasa nueva, debes posicionarte, recuperar munición y vida y prepararte para la oleada de gateadores, pues si bien Ferris es una presencia muy obvia, los biófagos vienen por varios flancos y pueden ser tu muerte más molesta.

Poco más te podemos aconsejar, aparte de que nuestra arma favorita para esta batalla ha sido el Fusil de Asalto, por su cadencia, su rango y su cargador. Si no se acerca demasiado y estás disparando, intenta pulsar atrás y el botón de correr para activar una esquiva in extremis, pero es un último recurso y no algo que debas hacer constantemente si no quieres acabar ensartado. Por lo demás, dispara todo lo que puedas mientras el monstruo camine y salta sobre los mostradores cuando se ponga a correr para atajar.

Cuando practiques un poco y repitas todo esto habrás derrotado al jefe final de The Callisto Protocol. O eso parece...

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ANÁLISIS. Autor: David Caballero

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