Hamás ha iniciado una investigación interna tras entregar a Israel un cadáver equivocado en virtud del actual acuerdo de alto el fuego, desatando la furia de los funcionarios israelíes y provocando amenazas de represalias por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu.
El acuerdo incluía la entrega de los restos de cuatro rehenes, entre ellos Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, pero los equipos forenses israelíes descubrieron que uno de los cadáveres pertenecía en cambio a una mujer no identificada.
Hamás ha achacado la confusión a las caóticas condiciones provocadas por los ataques aéreos israelíes, que, según afirma, han hecho que se mezclaran los cadáveres bajo los escombros, mientras que los servicios de inteligencia israelíes declararon que los niños Bibas fueron brutalmente asesinados por sus captores y no en ataques aéreos.
En respuesta, Hamás dijo que "confirmamos que no está en nuestros valores ni en nuestro interés conservar ningún cadáver ni incumplir los pactos y acuerdos que firmamos", y añadió que investigaría las afirmaciones israelíes y revelaría los resultados.
A pesar del alboroto, la tregua sigue intacta, y se espera que el sábado se libere a seis rehenes vivos a cambio de 602 prisioneros palestinos, aunque ambas partes siguen acusándose mutuamente de violaciones, por lo que, de momento, está por ver cómo se desarrollará la situación.