Análisis de Jurassic World Evolution (Nintendo Switch)

Hace unas cuantas semanas se nos ofreció la oportunidad casi en exclusiva de probar Jurassic World Evolution: Complete Edition en Switch. Durante el tiempo que lo pude disfrutar lo exprimí para ver cómo se las había apañado Frontier para meter un título tan amplio en una plataforma tan pequeña, que, siendo sinceros, tiene muchas más limitaciones que las consolas más grandes o PC. En general, la obra me sorprendió bastante, a pesar de que hubiese preferido que algunas partes estuviesen enfocadas de manera distinta. Así que la pregunta es: ¿Es capaz Jurassic World Evolution: Complete Edition de cumplir las expectativas en Switch?

Para responder la pregunta, durante el análisis me voy a centrar más en las adaptaciones técnicas, ya que pinchando aquí podréis encontrar un análisis más centrado en la trama y experiencia de juego que hicimos un tiempo atrás. Con todo esto dicho, no puede pasar por alto el hecho de que esta Complete Edition viene con el juego completamente actualizado y trae todas las expansiones de estos dos años, lo que significa que contiene 68 dinosaurios, de los que 19 eran propios de DLC.

Bueno, yendo al grano, hablemos de los gráficos. Jurassic World Evolution: Complete Edition se ve bien de lejos, ya sea en su pantalla o en la televisión, pudiendo apreciar en ambas los edificios, el follaje, las infraestructuras e incluso los dinosaurios más pequeños. El problema llega cuando al hacer zoom te acercas a la fauna y a todo lo que le rodea (algo que el Dr. Ian Malcom no recomendaría en absoluto), aquí los gráficos empeoran. Obviamente se ha tenido que sacrificar la calidad de las texturas para lograr que funcione en la plataforma, y, aunque cuando haces zoom teniendo Switch en modo dock los gráficos mejoran, siguen sin ser muy buenos.

La primera vez que tuve la oportunidad de probarlo, una de las cosas con las que más me costó hacerme fue la interfaz, ya que era muy pequeña y difícil de leer. No obstante, ahora es mucho más sencilla, sigue siendo pequeña, pero no tienes que forzar la vista para leerla. Esta mejora también se ve en cómo se disponen los elementos en la pantalla a la hora de jugar, ya que ahora es más sencillo interactuar con ellos y con todo en general. Le han aumentado el brillo y cuenta con un diseño más lógico donde todo está mejor situado, lo que hace que la experiencia de juego mejore sustancialmente.

Los problemas con los frames siguen estando a orden del día, pero eso no quita que, cuando alejas la cámara, el título funciona bien y no da tirones. El caso es que cuando te centras en los detalles más diminutos llegan los tirones y las bajadas de FPS, como si de una presentación con diapositivas se tratase. ¿Significa esto que los fotogramas por segundo no se han mejorado? Para nada, ya que a vista de pájaro el juego fluye a la perfección, algo que antes no pasaba.

Los tiempos de carga de Jurassic World Evolution: Complete Edition ya eran bastante decentes para tratarse de Switch, por lo que no nos sorprende que sigan siendo muy ágiles. Se han derramado ríos de tinta sobre los tiempos de carga de las consolas de nueva generación últimamente, y, aunque los de la híbrida no puedan hacerles frente a semejantes récords, son bastante rápidos para tratarse de un título de simulación para una plataforma que ya cuenta con tres años a sus espaldas. Además, teniendo en cuenta la magnitud de la obra, la verdad es que ocupa muy poco, ya que, aunque sea unos de los títulos más pesados de Switch, te las puedes apañar bien con sus 5,6 GB, no como con otros (sí, me estoy refiriendo a ti, The Witcher 3: Wild Hunt).

Los efectos de sonido siguen siendo brillantes, y, como todo el contenido relacionado con Jurassic Park (incluso las nuevas películas, que son un poco más decepcionantes), es capaz de dejarnos anonadados. Ya sea su distintiva banda sonora o los rugidos de los dinosaurios, el sonido es espectacular, no importa si estás jugando en modo dock desde la televisión o desde los altavoces de la propia consola.

Sobre el tema de jugar en modo portátil o sobremesa, como ya he comentado más arriba, no hay ningún motivo para escoger una manera de jugar sobre la otra, ya que todo el juego se siente y luce genial tanto conectada como no. Lo que me sigue pareciendo extraño es que el título no haga uso de las dos funciones características de Switch, el sensor de movimiento y la pantalla táctil. Sí, todo lo relacionado con los controles funciona a la perfección, pero no entiendo por qué no puedo navegar por los menús con la pantalla táctil o conducir usando el sensor de movimiento. Estas son esas cosillas que hacen que un título, cuando sale en una plataforma distinta, pase de ser simplemente una adaptación que cumple a una que es la leche.

En términos generales, estoy encantado con el videojuego y creo que Frontier ha hecho un trabajo brillante a la hora de adaptar el título a Nintendo Switch, y, teniendo en cuenta las diferencias de potencia que hay entre plataformas, el hecho de que funcione tan bien es maravilloso. Aún seguimos encontrándonos con algunos problemas relacionados con esto, como bajadas de frames y algunas texturas un poco pobres. Pero, al mismo tiempo, nos ofrece dos años de contenido en un archivo que ocupa en su pequeña memoria menos de la mitad que The Witcher. No está nada pero que nada mal, ¿no?

Teniendo en cuenta que te puedes llevar tu parque jurásico a donde quieras, el hecho de que tenga unas cuantas limitaciones no importa si las pones en balanza junto a que sea portátil. ¿Te recomendaría la versión de PC, Xbox o PS4 si tienes la oportunidad de disfrutarla una de estas plataformas? Seguramente. Sin embargo, si te gusta la franquicia de los dinosaurios o quieres un buen videojuego en Switch para la próxima vez te montes en un avión (a este paso, allá por 2030), Jurassic World Evolution: Complete Edition es una fantástica elección para disfrutar durante horas.