El combate entre Paul y Tyson del pasado viernes fue muy criticado en las redes sociales: muchos consideraron que la pelea no tenía sentido o que incluso estaba amañada a favor de Paul. Sin embargo, en el evento organizado por Netflix, que atrajo a 60 millones de telespectadores, la mayor audiencia de la carrera de Tyson, también se celebraron auténticos combates de boxeo justo antes.
El evento co-principal fue la revancha entre Katie Taylor y Amanda Serrano, dos años después de su combate de 2022, calificado entonces como "el mayor combate femenino de todos los tiempos", que por un estrecho margen hizo que Taylor retuviera con éxito sus títulos indiscutibles de peso ligero.
Según Netflix, Taylor vs. Serrano II fue visto por 50 millones de hogares, probablemente el acontecimiento deportivo femenino profesional más visto en la historia de Estados Unidos según Netflix.
La boxeadora irlandesa de 38 años (24-1, 6 KOs) también revalidó sus títulos ante la puertorriqueña de 36 años Amanda Serrano (47-3, 31 KOs), en un combate que muchos consideraron el verdadero evento principal de la noche, y que acabó siendo tan polémico o más que la derrota de Tyson.
Los tres jueces decidieron por unanimidad que Taylor era la vencedora (95-94), una decisión que enfadó a muchos espectadores, considerando que Serrano debería haber sido la vencedora, tras asestar 324 golpes, cien más que su rival irlandesa y todo un récord en el boxeo femenino.
La parte más fea y sangrienta se produjo en el cuarto asalto, cuando uno de los varios cabezazos propinados por Taylor rompió el párpado de Serrano, que sangraba profusamente. Serrano se quejó de que no era la primera vez que Taylor hacía eso, pero a pesar de la penalización, Taylor se impuso en la decisión de los jueces.
A pesar de las primeras quejas de Serrano tras el abucheado combate, más tarde se disculpó, diciendo que nunca tuvo intención de faltar al respeto a su oponente. "Ella y yo somos guays fuera del ring y las mejores parejas de baile en el ring".
"Es un poco desafortunado para Katie y para mí. Para mí no conseguí la Decisión y para Katie, muchos sintieron que no merecía la victoria. No era lo que ninguna de las dos buscábamos", admitió, pero después se centró en lo positivo: la mayor concienciación que está adquiriendo el boxeo femenino en todo el mundo.
En cierto modo, el triste combate Paul vs. Tyson fue un Caballo de Troya para el mucho mejor combate Taylor vs. Serrano, y ya se está hablando de un tercer combate el año que viene.