Todo parece ir muy bien con Nintendo Switch y su ecosistema, excepto los sticks de los mandos Joy-Con. Los pequeños mandos de la consola sufren un defecto que provoca que el sistema detecte como si se estuvieron movimiento en una dirección cuando, en realidad, las palanquitas están quietas. Es decir, es como si se quedara pillado en una posición aunque físicamente no se aprecie, lo que en inglés se ha llamado drifting.
Tras meses y meses de quejas que se han podido leer a lo largo y ancho de internet, un bufete de abogados de Estados Unidos decidió abrir una investigación y, finalmente, interponer una demanda colectiva contra Nintendo por lo que consideran una estafa: un defecto de fábrica no reparado con el paso de los años a pesar de tener conocimiento. ¿Se ha solventado con la llegada de Switch Lite y su mando integrado que no es Joy-Con puro?
El butefe considera que no y por eso ha decidido ampliar la demanda. Lo ha hecho a partir de los vídeos y testimonios encontrados en las redes y canales públicos, como uno que muestra cómo su mando derecho empieza a hacer drifting tras tan solo 20 horas de uso de la máquina.
Nintendo of America apenas reaccionó al principio, pero sí horas más tarde cuando comprobó que la demanda iba en serio: ofrece ya la reparación gratuita de mandos Joy-Con afectados en cualquier momento. Nintendo Europa ni siquiera da esa posibilidad y solo lo cubre con garantía.