Epic Games, su socio en la causa Microsoft, y todos los estudios de videojuegos del mundo, han ganado la primera batalla de la guerra comercial que libran los creadores de Unreal Engine o Fortnite y Apple. Porque una jueza estadounidense ha decretado que Apple no puede cortar el soporte a los proyectos para iOS o macOS levantados con herramientas de Epic como iban a hacer la compañía de Tim Cook esta misma semana.
La jueza Yvonne Gónzalez Rogers ha emitido un interdicto, en el que declara que la disputa entre las otras compañías "no debe crear un caos" a terceros no implicados. Reconoce, como reclamaban tanto Epic como Microsoft, que el movimiento de supresión de soporte de Apple puede provocar "daño signifiativo tanto a la plataforma Unreal Engine como a la industria del videojuego en general".
Sin embargo, lo que no ampara esta decisión es a los juegos de Epic que han sido excluidos de la Store por incumplir las condiciones de uso de la App Store, que es donde está el origen de toda esta disputa. Es más, da por hecho que Epic rompió su acuerdo de colaboración con Apple "estratégicamente". Un movimiento que fue muy obvio para todas las partes, pues la primera demanda se presentó solo unos minutos después de la exclusión de Fortnite de la tienda y fue seguida de una campaña de incitación en redes sociales potente.
Esta decisión de urgencia es solo una protección para terceros, pero no evita el juicio que se va a celebrar, a no ser que lleguen a aun acuerdo previo que en este caso parece muy lejano. Epic Games demanda el fin del cobro de una comisión del 30% por ventas en las store para móviles, pues lo considera abusivo, mientras que Apple se defiende alegando que es exactamente lo que firmó y debe cumplir con ello.