Los aficionados del Liverpool dudan en viajar a París tras los incidentes de la final de Champions de 2022

El miércoles, uno de los principales Champions League partidos de octavos de final tendrá lugar entre el París Saint-Germain y el Liverpool. Ambos equipos son líderes de la liga de sus respectivos países por un amplio margen, y mientras que el Liverpool es el claro favorito al título y ha sido descrito en repetidas ocasiones como "el equipo más en forma de Europa", el PSG llega montado en una ola de victorias y goleadas a sus rivales -incluido un 10-0 contra el Brest en la eliminatoria de octavos de final-.

Será un partido enormemente emocionante de ver... por televisión. Mientras decenas de miles de seguidores del PSG acudirán mañana en masa al Parque de los Príncipes, muchos seguidores del Liverpool han decidido quedarse en casa, recordando lo que ocurrió hace tres años.

El 28 de mayo de 2022, se jugó en el Estadio de Francia de París la final de Champions League entre el Liverpool y el Real Madrid. Sin embargo, muchos seguidores del Liverpool no pudieron entrar en el estadio: se desató el caos cuando miles de personas intentaron entrar ilegalmente con entradas falsificadas -según los informes oficiales- y la policía utilizó gas lacrimógeno y gas pimienta sobre los aficionados. Esto provocó 283 heridos y 68 detenciones, y los seguidores del Liverpool, más allá de la frustración de no poder entrar por problemas con las entradas, sufrieron escenas de caos, con algunos seguidores sufriendo agresiones sexuales, y una dura respuesta policial, que trajo a la memoria el desastre de Hillborough en 1989, una estampida humana en la que murieron 97 personas.

Un informe independiente afirmó que fue sorprendente que nadie muriera aquella noche, y concluyó que la UEFA era la principal responsable de todos los fallos de seguridad.

"La falta de responsabilidad hace que la gente piense que podría volver a ocurrir".

RMC Sport ha entrevistado a una serie de aficionados del Liverpool, y sigue habiendo aprensión y desconfianza con la UEFA y las fuerzas del orden francesas, acusadas de fallos de seguridad y organización. "Me encanta París, es una gran ciudad, la gente es agradable, pero sería muy escéptico si volviera después de lo ocurrido", dijo un aficionado llamado Josh.

John Gibbons, del sitio web de hinchas del Liverpool The Anfield Wrap, dijo a la AFP que aún es "demasiado pronto para mucha gente", explicando que una parte es el "aspecto psicológico de no querer volver a un lugar donde has tenido una mala experiencia", pero también la sensación de que el gobierno francés no asumió suficiente responsabilidad. "La falta de responsabilidad hace que la gente piense que no hay nada que impida que vuelva a ocurrir".

Los Reds dirigieron su ira contra la UEFA, pero también contra las normas francesas, incluidos los ministros de Interior y Deportes de la época, Gérald Darmanin y Amélie Oudéa-Castera, caricaturizados con largas narices tumbadas en Anfield. Tres años después, el sentimiento general entre los aficionados del Liverpool es que la ciudad de París y los parisinos no tienen la culpa, sino la policía y los organizadores... pero aún así a mucha gente le costará olvidar, y puede que algunos no vuelvan nunca a París.