Probablemente no te haya pasado desapercibida la erupción de críticas y opiniones provocada recientemente por el tráiler de las monjas de Hitman: Absolution. Los titulares salieron del sector de los videojuegos y llegaron a los periódicos, probablemente como esperaba la compañía responsable.
Esta es la pieza promocional en cuestión:
Hace unas semanas, antes de todo el revuelo público, pudimos preguntar al estudio respecto al tráiler que acababan de enseñarnos en primicia. Fue durante una sesión exclusiva con la demo del E3 del juego. Luke Valentine ya dejó claro entonces que su intención no era alienar a la gente.
"Probablemente estemos pisando una delgada línea entre lo que es divertido y lo que la gente podría pensar '¿de qué leches va esto?' Probablemente no con nuestra audiencia, creo. Creo que la gente que consumirá el juego no se ofenderá para nada."
"¿Entonces la nueva audiencia?"
"Ni la nueva ni la vieja. No creo que a la gente le moleste. Pero por supuesto, si se ofenden, tampoco estará bien. Queremos pasarlo bien. Estamos haciendo un videojuego, pero no queremos cabrear a la gente o alienarla".
"¿Te preocupa?"
"No estamos preocupados... si lo estuviéramos, no afectaría a lo que estamos haciendo. Pero queremos asegurarnos de salir a la venta en todos los territorios. Así que haremos lo que podamos para... aún no sabemos nada sobre versiones con violencia reducida, estamos intentando evitar esa solución, pero a lo mejor hace falta. Para países como Australia, Japón o Alemania, donde hay limitaciones más estrictas para la clasificación por edades que en otros países".
"¿Pero eso no va a detener que sigáis adelante con lo que queráis que sea el juego?"
"No."
Estas declaraciones se recogieron bastante antes del vendaval, por lo que pueden servir para poner el caso en perspectiva. Puedes leer las otras respuestas de Valentine y nuestras impresiones de primera mano con la demo del E3 de Hitman: Absolution en nuestro artículo especial "Reglas de Compromiso".