Dev Patel es el director de Monkey Man, protagonista principal y uno de los tres guionistas. La película de acción se ha anunciado como "John Wick en la India", lo que no es cierto en mi opinión. La película ofrece mucha violencia hábil, la vida en una gran ciudad y un montón de crimen y corrupción, pero Monkey Man se siente mucho más personal, intensa y de ritmo lento en comparación con John Wick. Esto puede verse como algo bueno o malo.
Un joven anónimo es contratado por un hotel de lujo para realizar los trabajos más sucios, pero en realidad está allí para asesinar al director general de una empresa local, al jefe de policía y al líder de un culto religioso como parte de una venganza. Y como se puede adivinar, al final lo consigue. Dado que la historia es tan sencilla, da un poco más de libertad a la hora de presentarla en un medio visual como el cine.
Monkey Man utiliza demasiados primeros planos y cámara temblorosa, incluso en esas intensas secciones de combate. Hay que decir que el espectador siempre es consciente de lo que está ocurriendo, pero el bombardeo constante de poros de la piel, pestañas y gotas de sudor cansa un poco antes del final. Esta elección convierte Monkey Man en una experiencia intensa y sudorosa para el espectador, y supongo que ése era el objetivo. El problema es que el panorama general -los diferentes entornos urbanos y las diferentes clases sociales de la gente- se difumina. Hay una gran diferencia entre las clases bajas y altas, pero... ¿qué más? Los cinéfilos de la India probablemente ya estén familiarizados con todo esto, pero yo no.
A nivel técnico, Monkey Man es profunda, y un buen primer trabajo en solitario de Dev Patel. Hay muchos personajes, pero es difícil recordar a alguien después de la película. En conjunto, Monkey Man es una experiencia intensa, en la que no se piensa mucho una vez que terminan los créditos. No es "John Wick en la India", pero como película puedo recomendar verla en algún momento. Quizá cuando llegue a un servicio de streaming.