La eliminatoria entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid terminó de la forma más dramática posible, con una tanda de penaltis que acabó 4-2 a favor del Real Madrid. Antonio Rudiger marcó el gol decisivo: Lucas Vázquez falló su lanzamiento para el Madrid, pero Mbappé, Bellingham y Valverde marcaron. Para el Atleti, Sorloth y Correa clavaron sus goles, pero Marcos Llorente falló... y también Julián Álvarez, pero por una razón muy poco habitual.
Inicialmente, Álvarez marcó, pero el VAR anuló rápidamente el penalti. Comprobaron que Álvarez había tocado el balón dos veces antes de golpear. El momento apenas fue perceptible, y las repeticiones están creando una gran polémica.
La regla es clara: "el ejecutor del penalti no puede tocar el balón por segunda vez hasta que éste haya sido tocado por otro jugador de cualquiera de los dos equipos o salga del juego (incluso dentro de la portería)". En otras palabras, el penalti sólo puede tocar el balón una vez, y en el caso de Álvarez, toca ligeramente (muy ligeramente) con el toque izquierdo antes de golpear con el pie derecho. El momento es apenas perceptible, pero está ahí, y para darle más dramatismo, Álvarez sólo lo hace porque parece resbalarse antes de golpear.
Por eso el gol de Álvarez, el segundo que lanzó el Atleti en la tanda de penaltis, fue anulado (no repetido, anulado), para desesperación y seguramente incomprensión de los 70.000 colchoneros en el Metropolitano, lo que ayudó a que el Real Madrid acabara ganando el partido y pasara a cuartos de final, donde se enfrentará al Arsenal los días 8 y 9 y 14 y 15 de abril.