No soy especialmente aficionado a las antologías. No es porque considere que carezcan de valor o de características narrativas únicas, y películas como La balada de Buster Scruggs, Sin City (Ciudad del pecado), Magnolia y Traffic demuestran que hay formas elegantes de tejer una narración a partir de historias separadas.
Pero para mí, la falta de continuidad real distrae tanto que se hace más difícil seguirla, más difícil empatizar con ella, más difícil invertir en ella. Predator: Killer of Killers La nueva película de animación del creador de Prey, Dan Trachtenberg, es precisamente una antología de este tipo, en la que se abandona la narración real en favor de una serie de viñetas separadas que en realidad solamente sirven para mostrar geniales combates entre guerreros humanos malvados de todas las épocas y el icónico Predators.
Es una premisa bastante simple a la hora de la verdad: sigues a tres guerreros distintos durante unos 30 minutos cada vez, un vikingo, un ninja y un piloto durante la Segunda Guerra Mundial, que son seleccionados y desafiados por un Predator y deben demostrar su valía como guerreros y como presas. Por tanto, sigue siendo una antología, pero al mismo tiempo también una especie de colección de tres cortometrajes distintos, relativamente largos y profundos, que concluyen de forma bastante definitiva antes de pasar al siguiente. No existe ninguna conexión real entre estas historias, aparte de una dimensión estética y temática natural, y parece que las tres están diseñadas principalmente para que te deleites con la premisa de Predator cuando está en su momento más genial, sin cuestionar esa misma premisa en particular, como hizo Prey.
El estilo de animación es algo similar a lo que hemos visto unas cuantas veces antes, con reminiscencias de Blue Eyed Samurai en Netflix hace unos años. Hay una lentitud intencionada en la velocidad de animación y una línea angulosa que hace que todo parezca más analógico, y al mismo tiempo, no hay escasez de detalles ni de mucha violencia. Todo ello conforma un conjunto bastante sólido que puede competir fácilmente con otros pesos pesados de la animación en este campo. Es una película preciosa, y no se ha escatimado en gastos. Joshua Wassung ayudó a realizar Prey, y es su estudio de animación, Third Floor, quien está detrás de ella. En realidad, es la ópera prima del estudio, y vaya ópera prima.
Narrativamente, fue un acierto por parte de Trachtenberg y Wassung dejar que el Predators fuera una especie de distracción molesta y frustrante en medio de batallas cruciales para cada uno de los tres personajes principales, de modo que ya hay una motivación y un instinto preexistentes. No es que ninguno de estos sentimientos o motivaciones sea especialmente profundo, y si hay una crítica central que pueda hacerse a Killer of Killers, es que la película nunca intenta profundizar más allá de las etiquetas inmediatas que podemos poner a cada uno de los tres personajes principales: "venganza", "ambición", etc.
Pero esto también significa que Killer of Killers tiene una inmediatez, una ligereza, que hace que, a pesar de la violencia interminable y de los personajes duros que sienten cosas duras, sea bastante fácil tirarse en el sofá y simplemente disfrutarla sin demasiados adornos. Únicamente el tiempo dirá si la más ambiciosa Predator: Badlands será buena, pero se trata de un buen entretenimiento Predator que consigue evitar el obvio escollo de la antología sabiendo exactamente cuál es su misión.