El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dejó claro el miércoles que Moscú nunca consideraría la posibilidad de que hubiera fuerzas de paz europeas en Ucrania, calificando la idea no sólo de inaceptable, sino de contraproducente (vía Reuters).
Sus declaraciones se produjeron mientras los líderes europeos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, discutían la posibilidad de desplegar fuerzas de paz para supervisar un acuerdo posterior al conflicto.
Lavrov insistió en que cualquier despliegue de este tipo necesitaría el consentimiento ruso y, dado que nadie había consultado a Moscú sobre el asunto, la propuesta parecía menos sobre el mantenimiento de la paz y más sobre alimentar intencionadamente el conflicto.
A pesar de las recientes declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, que sugerían que Rusia aceptaba la idea, Lavrov la rechazó tajantemente, reafirmando la postura de Rusia de mantener el control sobre las regiones en disputa y criticando el supuesto maltrato de Ucrania a los rusoparlantes. Por ahora, está por ver si este punto muerto diplomático cambiará de rumbo.