Dani Olmo, el único fichaje del FC Barcelona el verano pasado, fue comprado al RB Leipzig por 47 millones de euros, pero debido a las limitaciones financieras (el tope salarial que garantiza el "fair play" financiero, proporcional a los ingresos y gastos de cada año), el Barcelona no estaba legalmente autorizado a inscribirlo, incorporándolo así a la plantilla. No jugó los tres primeros partidos, y sólo se incorporó después de que el defensa danés Andreas Christensen se lesionara de larga duración, redirigiendo el 80% de su salario al contrato de Olmo.
Aunque el Barcelona planea tener a Olmo en la Ciudad Condal durante seis temporadas, debido a la forma en que fue inscrito, su contrato actual sólo dura hasta el 31 de diciembre de 2024. LaLiga denegó la petición del Barça de inscribir a Olmo hasta el 30 de junio de 2025 como medida cautelar. El Barcelona recurrió, pero un juzgado mercantil de Barcelona acaba de desestimar y no permitirá que Dani Olmo sea fichado por el Barcelona después del 31 de diciembre.
"La finalidad de autorizar el exceso de gasto es que una baja de larga duración no menoscabe la competitividad del equipo, no que una baja de larga duración permita inscribir a jugadores cuyos salarios superen el límite, que es lo que pretende el FC Barcelona", reza la sentencia del Juez.
Ahora, al FC Barcelona sólo le queda una opción si quiere retener a Olmo el año que viene: que el presidente del club, Joan Laporta, pague un aval (algo que ya hizo el año pasado con el fichaje de João Félix y a João Cancelo), lo que aumentaría los ingresos del Barcelona y, por tanto, el tope salarial.
Si no lo hacen, Dani Olmo no podría jugar en LaLiga el año que viene, y podría fichar por cualquier otro club gratis, sin cláusula de liberación para el Barça.