Hay que tenerlos de acero para meterse en un traje de poliparafenileno tereftalamida negro, envuelto en una capa rígida y dispuesto a saltar de tejado en tejado con una cuerda fina.
Pero no hay que echarle tantos para saberse acercar a una licencia que llevaba arrastrándose por el barro del desarrollo durante casi dos décadas, con la intención de limpiarla y hacer que vuelva a brillar. El pasado está cubierto con las ruinas de aquellas buenas intenciones que ya se pudren, como un grupo de alcohólicos prometiendo mejoría para su próxima terapia de grupo.
Aún así, Rocksteady consiguió tres, incluso cuatro proezas. Lo hizo bien con un título de licencia, una rareza en este sector. Creó el mejor juego de Batman de la historia, pero además construyó uno de los mejores títulos de la generación. Ya van tres. Cuatro: el equipo ha conseguido que la secuela de Asylum sea uno de los proyectos más esperados del año.
Cualquiera de esas empresas habría sido sorprendente por sí sola, ¿pero todas juntas? En Rocksteady deben estar fardando del tamaño de eso que hablábamos antes. Nos imaginamos a David Attenborough narrando su evolución, desde la fauna del bosque hasta una de las mayores bestias de la industria.
Pero cuando estás ahí arriba, la caída es más fuerte. Por eso nos alegra contar que, hasta la fecha, Rocksteady parece estar tratando la licencia como a un viejo amiguete.
Primero olvidémonos de eso de "el segundo disco siempre es más difícil". Batman mantendrá todos los movimientos y artilugios del primer juego: no le desnudarán dejándole sin toda esa tecnología y devolviéndole a lo más básico al comienzo del juego. En lugar de eso, Rocksteady construirá sobre la lista actual de movimientos y la evolucionará de forma natural. De ahí vienen los balanceos múltiples y sin roturas para atravesar la cuidad, pues parte de la habilidad para trepar y dejarse caer con el line launcher en cualquier momento.
Con estas ventajas y otras ayudando al Caballero Oscuro en la ciudad, casi te preguntarías por qué necesita cuatro ruedas (o dos alas). Bien, el estudio ha admitido, sin llegar a confirmarlo, que aunque podrían aparecer en esta continuación, no podrás ponerte a los mandos del Batmóvil o del Batplano/Batwing para disfrutarlos durante el juego. Rocksteady quiere que Batman sea "el vehículo definitivo", algo que suena muy bien como título de un programa de televisión y que indica que los desarrolladores aún están esforzándose para vitaminar al héroe definitivo.
Y más retoques y evolución. El uso de la impresionante Visión Detective, que te permite seguir pistas e identificar a los matones armados a través del Bat Visor, se ha implementado con más variedad en esta ocasión para evitar la monotonía que se iba extendiendo en el juego original. Ahora puedes señalar informadores potenciales de entre un grupo de matones, grupos que además se han diseñado para que se puedan relacionar visualmente respecto al súper-villano al que estén afiliados.
Los informadores dejarán pistas sobre lo que está ocurriendo en el perímetro de Arkham City, dirigiéndote hacia varios rastros según se van abriendo misiones en toda la urbe, que también ampliará el repertorio de objetivos secundarios respecto al original. Aún no se sabe si estamos ante un juego de mundo completamente abierto, pero mientras Rocksteady siga clavando la ambientación, estaremos demasiado ocupados partiéndole la cara a los malos como para preocuparnos.
Puede que exista un molesto aliado entre tanto caos. Catwoman ha aparecido de forma prominente en las primeras ilustraciones lanzadas por Rocksteady, y considerando su agilidad natural y el látigo que permite a la ladronzuela vestida de cuero imitar los movimientos de Batman, no está claro si la gatita será finalmente un personaje jugable, ya sea como misión secundaria, versión alternativa desbloqueable del juego o un posible modo cooperativo. El estudio no ha querido hablar sobre estos rumores.
¿Juego más esperado del año? Ahí-ahí estará, y es una de las pocas veces que recibimos bien la noticia de un retraso: significa que todos los implicados tienen la determinación de probar que el primer juego no fue un golpe de suerte. Si Rocksteady quiere unos meses adicionales para pulir esas bolas de acero, se los damos felizmente. Se lo han ganado.