Bill Skarsgård, conocido por su escalofriante interpretación de Pennywise en It, considera que el papel fue un momento decisivo en su carrera, que dio forma a sus posteriores interpretaciones. En una conversación reciente con Entertainment Weekly, Skarsgård señaló cómo la encarnación del payaso que inducía al miedo le preparó para su transformación en el Conde Orlok en Nosferatu. Describió a Orlok como un reto aún mayor, que requería no sólo prótesis, sino un desprendimiento total de su propia identidad para encarnar al siniestro personaje.
En Nosferatu, Skarsgård aporta una intensidad desconcertante a la pantalla, sobre todo en sus escenas con Ellen Hutter, interpretada por Lily-Rose Depp. Aunque la inquietante fotografía desempeña su papel, gran parte del impacto de la película se debe a la habilidad de Skarsgård para equilibrar la amenaza con un encanto espeluznante. El actor admitió que, al principio, las prótesis le hicieron dudar de la credibilidad del personaje, pero que, una vez metido de lleno en él, se convirtieron en la clave de su inquietante presencia.
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Tras la experiencia, Skarsgård reveló cómo el papel le pasó factura psicológica, calificándolo como uno de los más exigentes de su carrera. A pesar de sus aprensiones, su interpretación cimenta su reputación como icono del terror.
¿Te gustaría ver a Skarsgård seguir explorando papeles tan oscuros y transformadores, o debería alejarse de los rincones más sombríos del cine?