China ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados mientras Estados Unidos aumenta los aranceles y presiona a Pekín en relación con el fentanilo, y el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, ha advertido de que cualquier acción unilateral se encontrará con una firme resistencia (vía Reuters).
Presentando a China como una fuerza fiable en un panorama geopolítico cada vez más caótico, Wang apuntó cuidadosamente a las políticas cambiantes de Washington bajo la presidencia de Donald Trump, sin mencionarlo por su nombre, al tiempo que señalaba que Pekín sigue abierto a una desescalada.
A medida que la administración Trump se aleja de los compromisos multilaterales, China ve una oportunidad de reforzar su influencia, sobre todo en Europa y el Sur Global, donde crece la preocupación por la imprevisibilidad estadounidense.
Mientras tanto, la postura de Pekín respecto a Ucrania sigue siendo deliberadamente equilibrada, pidiendo una paz justa y duradera pero sin llegar a condenar a Rusia, preservando sus lazos estratégicos con Moscú al tiempo que mantiene abiertas las puertas diplomáticas en otros lugares.