En una nueva muestra de los crecientes lazos, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el jefe militar de Myanmar, el general en jefe Min Aung Hlaing, en Moscú el 4 de marzo de 2025, durante unas conversaciones que reflejaron una visión compartida de una colaboración más profunda entre ambas naciones (vía Reuters).
¿Lo más destacado? Un gesto diplomático con seis elefantes, regalo de Myanmar, que Putin aceptó alegremente, mencionando que los paquidermos eran ahora residentes del zoo de Moscú.
Este gesto, unido a la reciente entrega de aviones militares, ha sido bautizado como "diplomacia de los elefantes", un símbolo de la relación cada vez más sólida entre Rusia y Myanmar, ambos rechazados en gran medida por las potencias occidentales.
Mientras Myanmar sigue enfrentándose a la agitación política tras el golpe militar de 2021 y los posteriores disturbios civiles, la junta ha encontrado en Rusia un aliado firme, y el comercio entre ambos países creció un 40% el año pasado.
A medida que avanzan en su cooperación militar y discuten posibles proyectos de energía nuclear, el papel de Rusia como socio fundamental del asediado régimen de Myanmar no parece sino solidificarse. Por ahora, está por ver cómo evolucionará esta relación.