El Kremlin ha descartado la reciente cumbre de Londres sobre Ucrania como cualquier cosa menos un paso hacia la paz, argumentando que las promesas de los líderes europeos de financiación adicional y ayuda militar a Kiev sólo sirven para prolongar la guerra (vía Reuters).
Con Zelensky reunido con Starmer y otros funcionarios occidentales, la reunión produjo compromisos como un paquete de 2.000 millones de dólares en misiles de defensa aérea por parte de Gran Bretaña, todo ello mientras se hablaba de un plan de paz para presentar a Estados Unidos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, poco impresionado, insistió en que tales medidas no hacían sino prolongar las hostilidades y sugirió que sólo se producirían verdaderos avances si alguien obligaba a Zelensky a reconsiderar su postura sobre las negociaciones.
Mientras tanto, Starmer habló de formar una coalición de los dispuestos a elaborar un enfoque diplomático, un movimiento que Moscú desestimó como inútil sin una persuasión significativa en Washington, especialmente tras el intercambio entre Zelensky y Trump días antes. Por ahora, está por ver si estos esfuerzos conducirán a la paz o ahondarán la división.