En una reciente reunión diplomática en Kiev, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, y el enviado especial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, exploraron estrategias para lograr una paz justa y duradera, incluso mientras aumentan las tensiones geopolíticas.
La visita de Kellogg se produce en un momento turbulento, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a entablar relaciones con Moscú, lo que supone un cambio de postura diplomática que Ucrania ve con preocupación. Posteriormente, Sybiha subrayó en un post en X el compromiso de Ucrania de garantizar la paz mediante la fuerza, al tiempo que destacaba la inseparabilidad de la seguridad ucraniana y transatlántica.
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que se reunirá próximamente con Kellogg, ha tachado de desinformación rusa los recientes y polémicos comentarios de Trump sobre Ucrania, pero mantiene la esperanza de que prevalezca el pragmatismo estadounidense. Por ahora, está por ver cómo esta visita configurará las relaciones futuras.