Embracer Group pierde otra de sus subsidiarias

El gigante del videojuego proveniente de Suecia, Embracer Group, ha empezado el año con una de cal y otra de arena. Les ha ido fantásticamente bien con el lanzamiento de Kingdom Come: Deliverance II, siendo aclamado tanto por los jugadores como por la crítica, vendiendo en sus primeras 24 horas casi dos millones de copias y con un pico de más 250.000 jugadores simultáneos en Steam. Este éxito ha supuesto un soplo de aire para ellos, estableciéndolo como una confirmación para su estrategia a largo plazo y su apuesta por los videojuegos de calidad.

Aunque no todo es perfecto. Han empezado febrero con la noticia de la salida del grupo de Asmodee, la editorial francesa especializada en juegos de cartas como la versión francesa de Pokémon TCG o juegos de mesa como el Catán. Después de adquirirla en 2022 por más de dos mil millones de euros, han durado casi tres años como propietarios, haciendo que la operación no haya sido muy rentable.

Además, Embracer cerró el año con El Señor de los Anillos: la Guerra de los Rohirrim, que no podría clasificarse como un éxito precisamente, una licencia con la que también había trabajado Asmodee. Si bien a algunas personas les gustó el anime (podéis leer nuestra crítica aquí), no estuvo a la altura de la franquicia.

Pese a los brotes verdes, esta noticia se parece a la de tantos otros cierres de estudios y escisiones que ha registrado en el último lustro una Embracer que irrumpió con todo antes de la pandemia, llegando a acumular cinco divisiones y 26 estudios, y a prometer hasta 118 videojuegos.