En una revelación exclusiva, fuentes confirman que tanto Canadá como Estados Unidos extendieron ofertas de asilo a 48 uigures detenidos en Tailandia, que fueron devueltos a China la semana pasada a pesar de los llamamientos internacionales (vía Reuters).
Para quienes no estén familiarizados, los uigures son un grupo étnico predominantemente musulmán de la región china de Xinjiang, donde han sufrido años de persecución, incluidos trabajos forzados, detenciones masivas e intensa vigilancia.
El gobierno chino los considera una amenaza potencial para la unidad nacional, y algunos movimientos separatistas uigures buscan la independencia o una mayor autonomía. Por ello, el trato que reciben se ha convertido en un importante problema internacional.
El grupo de detenidos, retenido durante más de una década, se enfrentaba a un futuro incierto, ya que las autoridades tailandesas se resistían a las opciones de reasentamiento, por temor a las repercusiones diplomáticas con China, su mayor socio comercial, y a la posible tensión en sus relaciones económicas y políticas de larga data.
Los defensores de los derechos humanos llevan mucho tiempo acusando a China de maltratar a la minoría musulmana uigur, pero la reticencia de Tailandia a dar curso a las ofertas de asilo se debió al deseo de mantener un delicado equilibrio en su relación con Pekín.
Con ofertas también sobre la mesa de Australia, Tailandia optó por proceder a la deportación, alegando obligaciones legales e ignorando los riesgos de daños que el grupo podría sufrir en China. Por ahora, está por ver si los uigures atraerán nuevas acciones internacionales.