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Fortnite: Capítulo 2 - Impresiones

Vamos a poner en orden todos esos cambios ocurrido tras la implosión del mundo.

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Cuando Fortnite se sumió en un agujero negro el pasado domingo, se colapsaron las redes sociales y hasta hubo noticias en medios generalistas. ¿Qué pasa con el juego del que todo el mundo habla? Por suerte, una filtración de horas antes nos permitió anticipar que no era más que la venida del Capítulo 2, un cambio total que ha tenido a miles de personas con el aliento contenido durante un par de días.

Ha llegado y lo ha hecho con multitud de cambios que os hemos ido desgranando en varias noticias y vídeos de gameplay. Ha empezado por la Temporada 1, que durará hasta diciembre. Pero lo importante es que este reseteo del título nos ha dejado sorprendidos por todo lo que ha sido capaz de aportar. Hemos estado varias horas jugando y esto es lo que nos ha parecido.

Todos empezamos desde cero y lo decimos, sobre todo, por el mapa. Es nuevo, pero no del todo, porque hay algunas zonas que son parecidas o están inspiradas en las anteriores. Pero también hay espacios nunca vistos, como la playa o una pequeña ciudad de estilo Bávaro. La estructura global, como conjunto, sí mantiene coherencia con el mapa antiguo, con una mayoría verde, una isla en el centro y salpicado de puntos de interés entre zonas más vacías y amplias. La diferencia está en los detalles.

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Para empezar, en el refuerzo gráfico generalizado. Todo tiene un aspecto más limpio, claro y elaborado. Desde las texturas de personajes y escenarios a la propia interfaz, que además también sigue progresando en cuanto a su funcionalidad. Si lo comparamos con la Temporada 1-1, con el origen de todo, se aprecia aún más cuánto ha evolucionado Fortnite Battle Royale. Por ponerle una pega, se han pasado en la paleta chillona de color y el brillo, tanto que casi parece radiactivo.

El mundo de juego nuevo consigue que esa mezcla de elementos nuevos en una estructura conocida sirva para que el proceso de adaptación sea súper rápido. Pero también invita a que la gente que entra de nuevas no parta en desventaja, desconocedora de las mejores posiciones o de los puntos calientes. También tienes que ir descubriendo algunas áreas, visitándolas para que vayan tomando forma en el minimapa y ganándose el nombre que le han puesto. Así que las primeras partidas piden más paseo que tiros.

Otro motivo por el coger la mochila de explorador son las medallas, recompensas que te van dando por completar pequeños logros mientras juegas. Algunas son de combate, como mantenerse vivo durante cierto tiempo o matar de cierta forma o con cierta arma, y otras son de actividad, como por pescar o recoger determinada cantidad de madera. Como crítica, seríamos más felices sin el estruendo que suena al ganar cada una de ellas, especialmente molesto si estás en un silencio tenso.

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Y mientras seguimos con nuestras partidas vamos descubriendo todas esas mecánicas y movimentos que trae Fortnite 2. Nos ha sorprendido que hayan introducido un método adicional de emboscada, pues ahora te puedes esconder en pajares y barriles. Tampoco será la panacea porque hace bastante ruido, y a más de uno le pillará la tormenta esperando. Es un detalle al que de momento no hemos sacado mucho fruto.

En lo que sí ha progresado enormemente es en el componente social. Que ahora haya bailes (emotes) de grupo puede parecer una tontería, pero ya hemos visto en Destiny que funciona, y eso de pescar tiene también su gracia. Más útil puede llegar a ser lo de arrastrar compañeros a zona segura o llevar el bazuka para ser el 'healer' oficial de un escuadrón. Sin embargo, en estos ratos aún no le hemos cogido el punto, no es un juego que se gane a la defensiva.

El aspecto de gameplay más importante es todo lo que tiene que ver con el agua, porque abre un abanico nuevo de combates y estrategias. A partir de ahora, se puede nadar, se puede bucear y se pueden surcar las aguas montado en lancha. Hay libertad para meterse en todos los líquidos, y hasta puedes ir más rápido saltando como un delfín, aunque eso te convierte en blanco fácil.

Lo de las lanchas es lo que nos ha parecido más salvaje. En una partida nos reventaron vivos desde una de ella, y en otra se nos escapó un tipo que estaba en el punto de mira tirando de tracción mecánica. Hay muchos ríos que van a parar a la isla, así que se abren nuevas rutas de acceso y, por tanto, de estrategia para determinadas situaciones.

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Es muy importante comentar el nuevo sistema de mejora de armas. Por el mapa encontraréis algunos puestos, llamados bancos de mejora, en los que puedes invertir lo que llevas acumulado para potenciar las armas que ya tengas. Eso significa que ahora no habrá tanta dependencia de lootear y que podrás apegarte más a una que te gusta. También nos hemos dado cuenta de que han retirado algunas de las antiguas, y lo cierto es que no las echamos en falta.

Estamos ante el Fortnite que conocemos y al que nos hemos acostumbrado, pero con muchos cambios pequeños y uno especialmente grande, que es el mapa. En conjunto, hacen que todo sea mejor. Así han conseguido que la transición sea muy suave y también suficientemente impactante.

Con más formas de ganar puntos de experiencia y esa progresión del enfoque en socializar, Fortnite se ha reforzado como propuesta multijugador online. Epic ha tenido a los fans esperando dos largos días y se la ha jugado mucho, pero con lo que puesto sobre la mesa tiene de sobra para que se les pase el mosqueo. Además, es el momento ideal para que toda una nueva horda de jugadores se meta en los servidores para empezar casi desde cero como el resto.

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