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Games&Symphonies y el poder de la música en los videojuegos

Crónica del concierto celebrado en Barcelona con invitados de la talla de Akira Yamaoka, David García o Mireia Diez

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Decía Friederich Nietzsche que sin la música, la vida sería un error. Los videojuegos, igual. El pasado 1 de diciembre asistimos al concierto de Games&Symphonies, en el Auditori Fòrum Barcelona, en el marco de la edición anual de la feria Barcelona Games World. Games&Symphonies volvió a ofrecer un increíble espectáculo musical en el que devolvieron a los adictos a los videojuegos, a nosotros, ese vínculo sentimental que se desarrolla al sumergirse en las profundidades de un juego.

Sonaron desde las míticas notas de la música Arcade de recreativas hasta parte de la banda sonora del esperado Kingdom Hearts 3. Sin olvidar las maravillosas piezas de la serie Metal Gear Solid, The Last of Us o The Witcher 3: Wild Hunt. Tres horas de pura emoción donde una orquesta, con coro incluido, deleitó al público con una selección casi impecable de varios de los mejores temas de videojuegos de todas las épocas, colores y sabores.

El plato fuerte del acontecimiento fue, sin duda, contar con la presencia de Akira Yamaoka, compositor de Silent Hill (y guitarrista), que tocó junto a la orquesta, y escuchar a Mirella Díez cantar en directo el tema principal de Rime -cuya banda sonora firmó el también presente y reconocido David García- mientras un clip de gameplay de la preciosa aventura de Tequila Works se reproducía de fondo.

Games&Symphonies y el poder de la música en los videojuegos
Setlist de G&S 2018.
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Fotos de ediciones anteriores de Games&Symphonies. // G&S

Y, por supuesto, el tema que Games&Symphonies regaló como guinda: una pieza de The Elder Scrolls V: Skyrim que cerró el evento por todo lo alto con un trabajo de coro inmejorable. Todo enmarcado en una puesta en escena muy vistosa que acompañaba a los músicos con múltiples juegos de iluminación y una pantalla gigante donde se proyectaban partes de los títulos seleccionados para el evento e imágenes de los componentes de la orquesta en directo.

Pero por muy espectacular que fuera su puesta en escena o que la representación de las canciones estuviera cuidada hasta el más mínimo detalle -abrir la banda sonora de Sonic The Hedgehog con un "SEGA" cantado por parte del coro ya era digno de ovación- lo más importante que hizo Games&Symphonies es volver a demostrar que la música es una de las partes fundamentales de un videojuego. Y, quizá, no siempre le prestamos la misma atención. Hay mil y una películas que se recuerdan por su banda sonora. Por cómo sus notas son las que nos hacen vivir esos momentos íntimos en el largometraje o con determinadas secuencias que lo componen. Más allá de la jugabilidad o incluso el guion, en ocasiones, lo que nos une con un videojuego no es tanto la interacción a través de los dedos, sino la música que compone su mundo y se cuela por nuestros oídos. Me es imposible imaginarme episodios de Metal Gear Solid sin su banda sonora sonando en mi cabeza. O a Super Mario dando saltos por doquier sin su característica melodía. Hasta cuando imagino combates entre Pokémon suena su música llena de adrenalina.

Games&Shymponies firmó un espectáculo único que, para muchos, supuso volver a reencontrarse con algunos de los videojuegos que marcaron sus vidas. Demostrando, una vez más, que, tanto la música que compone los videojuegos como estos per se, son elementos tan inseparables como vitales en la cultura moderna y contemporánea.

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Akira Yamaoka, cabeza de cartel de Games&Symphonies 2018.
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David García pasó por Games&Symphonies 2018 tras ser galardonado por Rime o Hellblade: Senua's Sacrifice.


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