El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha rechazado el sábado la idea de negociaciones bajo lo que ha calificado de presión intimidatoria de Estados Unidos, reforzando la postura de Teherán, que lleva mucho tiempo oponiéndose a las exigencias de Washington (vía Reuters).
Sus declaraciones se produjeron justo después de que el presidente Donald Trump revelara que se había puesto en contacto con los dirigentes iraníes en un esfuerzo por reavivar las conversaciones sobre el acuerdo nuclear, pero con un mensaje de línea dura: negociar o afrontar las consecuencias militares.
Sin embargo, el ayatolá Alí Jamenei considera que esa diplomacia es un pretexto para imponer nuevas expectativas, insistiendo en que Irán no cederá en su capacidad de misiles ni en su influencia regional.
Aunque Irán mantiene que su programa nuclear es estrictamente pacífico, las naciones occidentales siguen mostrándose profundamente escépticas, sobre todo porque Teherán continúa enriqueciendo uranio hasta niveles próximos a la fabricación de armas.
Mientras tanto, Irán ha estado flexionando sus músculos militares, desvelando nuevos sistemas de armamento, incluido un portaaviones no tripulado y una base naval subterránea, en medio de las crecientes tensiones tanto con Estados Unidos como con Israel. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollará la situación.