La idea de tener juegos con espadas láser en un mundo virtual se lleva explorando desde el principio de esta tecnología. ¿Pero y si en vez de asociar las coreografías típicas de estas batallas de ciencia ficción a la propia guerra buscamos otro motivo? Beat Saber ha sido capaz de romper el tópico y de encontrar otro uso más divertido a los sables de luz, el ritmo. Hereda directamente el sentido de acertar con los golpes sobre notas que van cayendo y lo adapta para que tengas que mover tus brazos y todo tu cuerpo con la música. Hasta las letras forman parte del conjunto, toda una genialidad.
Érase una vez un ratoncito pequeñito que quería vivir grandes aventuras, y para ello no dudó en dejarse llevar por todo lo que le dijeron los dioses poderosos que todo lo observaban con sus impactantes anteojos de Realidad Virtual. Cuando se estrenó Moss, a principios de año, sentimos que los juegos VR habían alcanzado un nuevo nivel, uno más cercano al de los proyectos de consola normales. Pero con una potencia narrativa y una forma de romper la cuarta pared que solo es posible aquí.
Tuvo que llegar el gran Tetsuya Mizuguchi a revolucionar una idea, la de Tetris, que llevaba años estancada en su propia genialidad y perfección. Por su cabeza siempre rondan formas, colores y melodías, que no es algo ajeno al propio concepto creado por Pajitnov hace tres décadas, pero no de la misma forma. Se dio cuenta de que podía potenciar ese aspecto, crear una explosión que consiguiera despertar a todos esos sentidos que parece que duermen cuando los tetriminos empiezan a caer y toda velocidad y la concentración es máxima.
Tetris Effect es un placer sensorial que alcanza su plenitud sólo a través del headset de PlayStation VR. Mizuguchi ha demostrado que se podía meter más fondo a esta forma, y si además es tan delicado como él sabe, mucho mejor. Pero no se limitó a eso, también creó una aventura más elaborada y unos modos de juego vivos en los que la interacción entre forma y fondo es mayor. El resultado, una de las mejores versiones de la historia.
Pensábamos que de los creadores de Dark Souls solo podían salir inventos tenebrosos y restos duros, pero resulta que FromSoftware también cree en los cuentos de hadas. Déraciné es una aventura VR más clásica, de estas que tanto abundan en Vive, Oculus y PSVR, pero también es otra muestra de ese salto adelante que antes comentábamos por cómo ha puesto en orden el resto de elementos.
Sin perder mucho tiempo en complicar la vida al jugador con movimientos y traslación, el estudio japonés ha derrochado esfuerzos en conseguir tener y contar la mejor historia posible. Gracias a su trama, a su banda sonora y al doblaje de voz y a la ambientación, consigue dar un paso más en la inmersión y la abstracción que buscamos en cada experiencia VR. En su caso, con la clara intención de conmover y de hacer sentir al jugador, ahí metido.
Astro Bot no es solo el mejor juego de Realidad Virtual de 2018, en Gamereactor creemos que es el mejor jamás hecho hasta el momento porque no renuncia a nada. Es un auténtico AAA con plena consciencia del medio en el que está y un aprovechamiento total de lo que ofrece. SIE Japan Studio se planteó hacer un plataformas 3D en el que personaje de Astro y el jugador son distintos entes y deben colaborar para tener éxito en su misión de rescate que sólo ellos dos pueden sacar adelante.
Si se decía que los juegos VR no pueden tener una calidad gráfica a la altura, Astro Bot Rescue Mission lo desmiente de mil maneras. Con su delicioso estilo desenfadado e infantil, heredero sin complejos de la gran era de los plataformas 3D de hace dos décadas; con unas animaciones enternecedoras e impecables; y con unos escenarios que saben por dónde acotar para no malgastar recursos y emplearlos así en refinamiento con técnicas más intensivas como antialiasing.
Pero, sin duda, lo mejor es el uso del espacio virtual dentro del propio gameplay. Esa dualidad entre personaje y jugador supone la coordinación de lo que haces con el mando en la mano y con tu propio cuerpo. Los creativos han logrado meterte, hacerte parte, y además con bastante gracias y humor. Son tantas cosas que, cada vez que penséis en si merece la pena la VR, Astro Bot es un rotundo sí.
Por eso le entregamos este Premio a Mejor juego de Realidad Virtual de 2018.