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The Cuphead Show

¡La serie de Cuphead! - Temporada 1

El delicioso pero durísimo juego de acción plataformera de Studio MDHR ha llegado en forma de serie de animación, y le damos un repaso a la primera temporada.

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Tal y como ocurrió con The Delicious Last Course, el ansiado DLC de Cuphead, nos daba la verdadera impresión de que habíamos estado esperando una eternidad a que debutase La serie de Cuphead. Sin embargo, tras esta demora se esconde un buen motivo porque, como pasa con los videojuegos, lleva mucho tiempo crear películas y series de televisión, pero la espera ya ha terminado (por lo menos para lo segundo) porque la primera temporada de La serie de Cuphead ha llegado a Netflix y, con ella, Cuphead y Mugman tienen una nueva plataforma por conquistar.

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La serie, basada en el difícil juego de acción "run and gun" de Studio MDHR, está ambientada en las Islas Tintero y sigue las aventuras de los hermanos Cuphead y Mugman. Utiliza un estilo artístico parecido y su animación rinde homenaje a los dibujos de la década 1930, y esto en particular es lo que más destaca. La forma de presentar la serie es atemporal y ocurrente, consigue evocar el pasado y que desees que este estilo de animación vuelva en algún momento, porque es tan bonito que te deja boquiabierto.

Por otro lado, la historia difiere de los dibujos tradicionales porque da la impresión de que hay un progreso. Con esto quiero decir que, a pesar de que La serie de Cuphead está formada por varios arcos narrativos independientes, sí que tiene tramas que continúan durante múltiples episodios y, a menudo, el desenlace de los capítulos se vuelve a tratar y sigue en episodios futuros de alguna manera. En el caso de la temporada 1, esta gira en gran medida en torno al enfrentamiento de Cuphead y Mugman contra el Diablo, que está tratando de llevarse por todos los medios la mismísima alma de Cuphead después de que los hermanos lo estafaran en su propio juego. Con esto como premisa central, se nos presenta a algunos de los otros personajes de Cuphead, como el rey Dado, que es el ayudante de confianza del Diablo, justo como en el juego, y tiene encontronazos con los hermanos, exceptuando una vez durante uno de sus concursos transmitidos en directo. Si has jugado a Cuphead, sabrás que en la trama se presenta al rey Dado de manera distinta, y lo mismo sucede con muchos de los personajes.

La banda de los tubérculos, que son unas hortalizas vivientes, hace su aparición en un episodio lleno de caos, así como lo hacen Ribby y Croaks, las ranas boxeadoras. Todos estos personajes tienen desencuentros con los hermanos, que acaban teniendo que lidiar con ellos de forma disparatada y absurda, como es tradicional en los dibujos animados. Además, a pesar de que no se le da mucho tiempo en pantalla a ningún personaje en concreto (excepto a los hermanos; a su cuidador, el Anciano Tetera y al Diablo), sí que tienen un buen desarrollo narrativo que dota de una mayor personalidad a los jefes con los que nos hemos topado en algún momento del juego.

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The Cuphead Show

Vale la pena mencionar que, en esta primera temporada, solo hacen acto de presencia algunos de los múltiples personajes. Si lo que te esperas es una adaptación lineal de las andanzas de Cuphead en el juego, te vas a llevar una buena decepción. Por ejemplo, a pesar de que es uno de los jefes que más pronto aparecen, todavía no se ha incluido la versión animada de Goopy Le Grande. No obstante, no se trata de un punto débil porque, para crear una buena historia, uno tiene que tomar algunas libertades, y Chad y Jared Moldenhauer, los autores originales, han hecho un trabajo más que suficiente para elaborar una historia de las que quieres quedarte a ver el siguiente episodio.

Todo esto lo potencia el dúo carismático de Cuphead y Mugman, a los que doblan Tru Valentino y Frank Todaro en la versión en inglés, respectivamente. Esta pareja es enérgica, tronchante y dan todo lo que el espectador quiere de dos jóvenes hermanos que siempre están metidos en problemas. Encajan a la perfección, ya que la naturaleza cabezota y valiente de Cuphead es el polo opuesto del corazón de Mughead, que suele ser más intranquilo y cobarde. Trabajan de verdad en armonía, lo que les viene de perlas, ya que la premisa de la serie exige que ambos hagan todo tipo de travesuras estrafalarias y extrañas, como viajar a una peligrosa isla despiadada llena de todo tipo de amenazas ambientales, o tomar un atajo de vuelta a casa por un cementerio en el que un grupo de fantasmas y espíritus malignos los poseen y los atormentan. Para tratarse de una producción para todos los públicos, como los dibujos animados de 1930 de antaño, La serie de Cuphead no duda en intentar que su público más joven tiemble como un flan.

Dado que la primera temporada únicamente tiene doce episodios, y cada uno dura entre 12 y 15 minutos de longitud, por ahora no podemos sacarle más jugo a La serie de Cuphead. Pero con lo que ya contamos es que tiene una animación magistral, da gusto lo divertida que es y consumirla es facilísimo, hasta el punto de poder tragarte los doce episodios de una sentada, y sin despeinarte. Nos queda por ver si mantiene el mismo nivel de entretenimiento conforme continúa la historia en las futuras temporadas, pero, por el momento, es una forma fantástica de ahondar en el mundo de Cuphead sin tener miedo a tirar el mando por la ventana después de que Beppi el Payaso, Cala Maria o casi cualquier otro jefe del juego te haya hecho papilla por enésima vez.

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08 Gamereactor España
8 / 10
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