El Real Madrid está oficialmente en crisis. Diez días después de un 4-0 en el Clásico, el Santiago Bernabéu esperaba una reacción, a la altura de las expectativas de ser el actual campeón de la Champions, y con más tiempo del esperado para prepararse, ya que su último partido de Liga fue aplazado (quizá por mucho tiempo).
Pero la imagen dada contra el AC Milan, antiguo club de Carlo Ancelotti como jugador y entrenador, fue otra vergüenza. Ni Mbappé ni Vini crearon verdadero peligro, pero al menos en los primeros compases del partido Mbappé pareció más ágil y proactivo, lo que dio un atisbo de esperanza de que acabará acostumbrándose a su nueva posición de "nueve" (aún no lo ha conseguido).
La caída del equipo se produjo de nuevo en el departamento defensivo. El equipo italiano (séptimo en la Serie A) llegó al área del Madrid con una facilidad increíble, y Tchouameni fue especialmente deficiente en los errores defensivos que costaron goles.
Como también puede atestiguar el Manchester City, que perdió 1-4 contra el Sporting sin Rodri, sufrir la baja de Carvajal, que estará de baja toda la temporada, está agravando el ya de por sí deficiente juego del Real Madrid. No se echó tanto de menos a Courtois, ya que Lunin evitó un resultado mucho peor en varias ocasiones.
El AC Milan consigue su segunda victoria en esta edición de la Liga de Campeones, contra el equipo que nadie esperaba que ganara. Aunque eso está empezando a cambiar, y esto se está convirtiendo en la norma. Unos días antes de enfrentarse al Barcelona, el Real Madrid perdía 2-0 contra el Borussia Dortmund en el minuto 60. Y la próxima jornada se enfrentará a un Liverpool invicto en Anfield...