Al género de los puzles le estaba costando arrancar en Nintendo 3DS, pero su joven catálogo ya cuenta con varias opciones. Mahjong 3D: Luchas Imperiales llegó al mercado a final de año, intentando cubrir las necesidades de los amantes del género de cara a la campaña navideña. A la espera del todopoderoso Profesor Layton (aunque más de uno compraría la última entrega de DS para jugarla en 3DS), este título apareció después de otros juegos como Hollywood Crimes o el incombustible Tetris, y justo antes del descargable Pullbox.
Con este abanico de posibilidades (quizás también deberíamos incluir el inminente Crush 3D), ya se pueden estudiar los resultados de la primera hornada de puzles de la portátil y colocar a Mahjong 3D en su sitio. Por desgracia, te adelantamos que ese sitio es el último de la fila.
Por la mecánica no se puede criticar. Es el típico puzle Mahjong estilo solitario o Shangai, el juego de castillos de fichas que hay que ir emparejando en cuanto queden libres. Como el Dominó o el Sudoku, esta fórmula sigue en plena forma y es capaz de enganchar rápidamente. Además, la aparición de diversos power-up puede venir bien para dos cosas: variar un poco la mecánica clásica y sacar de más de un apuro a los novatos antes de que se cierre la mesa.
Por el contenido, poco que objetar. Mahjong 3D incluye un gran número de mesas, más que la mayoría de títulos de Shangai, y además ofrece un editor de puzles para generar hasta 18 castillos personalizados y opciones de intercambio de datos mediante StreetPass. Visto así, poco podía salir mal (aunque aún esperamos algún Mahjong portátil con multijugador).
Sin embargo, Mahjong 3D fracasa estrepitosamente donde ningún juego de puzle debe fallar: en el manejo. Este juego utiliza la pantalla táctil como "track pad" para pasar el stylus, mientras la pantalla superior, la 3D, reproduce el movimiento de un puntero. Si funcionara más rápido, con más suavidad y precisión, entendemos que este esquema se convertirá en un estándar en los juegos del mismo tipo en el futuro, pero con esta implementación se carga completamente la diversión.
La respuesta es lenta (con ‘lag' o retardo) y poco intuitiva. Para seleccionar dos fichas, como la 3DS no registra dónde está el lápiz a no ser que presionemos la pantalla (aquí eché de menos mi tableta Wacom), es necesario arrastrar constantemente, dibujando una línea imaginaria entre dos fichas para seleccionarlas y hacerlas desaparecer. El proceso es tedioso y más de una vez falla, haciéndote pensar que "no puedes" levantar esa ficha. Aunque el juego ofrezca versiones de este sistema "absoluta" y "relativa", y aunque se pueda ajustar la velocidad, parece que la tecnología, los recursos o el ingenio de Engine Software no están a la altura como para sentirse cómodo y tranquilo a la hora de jugar.
En la Nintendo DS todo era más sencillo: donde ponías el ojo, ponías el lápiz, pudiendo actuar con velocidad y precisión. Esta decisión vuelve a prender un viejo debate sobre la 3DS: ¿merece la pena sacrificar el control táctil por mantener el efecto 3D? La preocupación viene de lejos: ya encontramos este sistema en Hollywood Crimes y el abandono del control táctil directo es evidente, por lo que alguien deberá dar con la implementación correcta de esta idea.
Los jugadores más exigentes se desesperarán muy pronto, pues es un sistema a todas luces insuficiente para los momentos donde hay que actuar con puntería y contra el crono. El cerebro irá demasiado más rápido que las acciones.
Esta situación sienta aún peor cuando la presentación del juego es tan pobre. Si bien el efecto 3D puede ayudar a distinguir la profundidad, el confuso acabado de las fichas y de los escenarios, o el triste sombreado que presenta el conjunto no hacen más que plantear dudas al jugador desde la vista cenital. Girar la cámara con el circle pad puede ayudar pero, una vez más, el Mahjong no debería tratar de eso.
Aunque sean menos importantes, los menús y tipografías son poco agradables y las músicas de restaurante chino no pasan de lo típico (pero seguro que eso sí que lo esperabas). Como último ejemplo de una realización técnica y artística muy deficiente, los personajes tridimensionales que cuentan la historia no alcanzan ni un nivel amateur, consiguiendo que la idea de una trama de conquistas a seguir a base de puzles tampoco enganche.
Mahjong 3D demuestra cómo no hay que hacer las cosas en un puzle para Nintendo 3DS y cómo hay que cambiar el chip respecto a Nintendo DS. Tiene mucho para jugar, pero se juega feo y mal. Como tu Nintendo 3DS es compatible con casi todo el catálogo de Nintendo DS, si necesitas un juego de Mahjong te recomendamos que busques alguno ya lanzado para la DS, porque el 3D no aporta nada en este juego y el control y el precio serán mejores.