Mark Carney, un hombre que en su día dirigió instituciones financieras, dirige ahora el propio Canadá, tras haber conseguido el liderazgo del Partido Liberal y el cargo de primer ministro en una victoria aplastante contra Chrystia Freeland (vía Reuters).
Tras la marcha de Justin Trudeau después de casi una década, Carney hereda una nación en vilo, inmersa en una acalorada disputa comercial con Estados Unidos, donde las políticas arancelarias de Donald Trump están sacudiendo las economías.
A pesar de su inexperiencia política, Carney afirma que su experiencia en diplomacia financiera le hace especialmente adecuado para este momento, prometiendo luchar contra la agresión económica de Trump mientras se prepara para unas elecciones que podrían redefinir el panorama político de Canadá.
Su meteórico ascenso ha electrizado a un Partido Liberal que se tambaleaba hace sólo unos meses, pero su verdadera prueba comienza ahora: navegar por un electorado dividido, un entorno comercial hostil y el reto de asegurar su propio escaño parlamentario.