Una ciudad ucraniana se sumió en la oscuridad el martes por la noche cuando una bomba rusa alcanzó su infraestructura energética, apenas unas horas después de que Vladimir Putin asegurara a Donald Trump que detendría tales ataques durante 30 días.
El ataque, registrado en Slovyansk, se produjo tras una llamada telefónica de dos horas y media entre ambos líderes, durante la cual Putin acordó aparentemente un alto el fuego temporal sobre objetivos energéticos.
A pesar de la afirmación del Kremlin de que Putin había dado inmediatamente el mando adecuado a los militares rusos, el ataque suscita nuevas dudas sobre el compromiso de Moscú con la desescalada.
La Casa Blanca, que había promocionado el acuerdo como un paso hacia unas conversaciones de paz más amplias, aún no ha respondido a la aparente violación. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollará la situación.