Rusia está ampliando su búsqueda de trabajadores migrantes, mirando más allá de las antiguas repúblicas soviéticas a naciones de toda Asia, incluida Myanmar, para hacer frente a una creciente escasez de mano de obra, según un informe de la agencia de noticias Interfax que cita al ministro de Economía el martes (vía Reuters).
El país, que se enfrenta a una tasa de desempleo de sólo el 2,3%, se enfrenta a la necesidad de trabajadores, especialmente a medida que sus fuerzas armadas e industrias de defensa atraen la atención de los sectores civiles. Vladimir Putin ha reconocido el reto y, recientemente, un fabricante de acero ruso expresó su preocupación por las medidas regionales para limitar la mano de obra inmigrante en la construcción.
El ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, confirmó que Rusia ya está en conversaciones con Myanmar, que tiene millones de trabajadores en el extranjero. Dado que muchos ciudadanos de Asia Central se enfrentan a una creciente hostilidad en Rusia tras el mortífero atentado terrorista de marzo de 2024, el país busca ampliar su reserva de emigrantes y explorar nuevas vías.
Reshetnikov subrayó que Rusia debería considerar los recursos laborales de diversos países, ya que algunas naciones exportan activamente su mano de obra, ofreciendo una reserva fresca de talento que podría ayudar a cubrir lagunas críticas. Por ahora, está por ver el éxito de estas conversaciones y si esta nueva estrategia puede aliviar realmente la escasez de mano de obra.