Al parecer, Rusia ha presentado a Estados Unidos exigencias conocidas como condición para poner fin a su guerra en Ucrania, insistiendo una vez más en que Kiev abandone sus aspiraciones a la OTAN y prohíba la presencia de tropas extranjeras en su territorio, según fuentes (vía Reuters).
Estos términos, que se hacen eco de los planteados en negociaciones anteriores y en gran medida desestimados por los funcionarios occidentales, han suscitado dudas sobre si Moscú está realmente abierto a un acuerdo de paz o simplemente busca una baza para reforzar su posición.
Funcionarios estadounidenses y rusos han mantenido conversaciones discretas durante las últimas semanas, pero Estados Unidos sigue dividido sobre cómo enfocar las negociaciones. Mientras que algunos consideran los acuerdos anteriores como un marco potencial, otros sostienen que es necesario un nuevo enfoque.
Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha expresado un cauto optimismo sobre las conversaciones mantenidas en Arabia Saudí, sugiriendo que un posible alto el fuego de 30 días podría servir de peldaño hacia un acuerdo más amplio.
Sin embargo, los expertos advierten de que cualquier tregua temporal podría permitir a Rusia reagruparse militarmente, con los líderes europeos cada vez más preocupados por la cambiante postura de Washington bajo la presidencia de Donald Trump. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollará la situación.