Somalia está al borde de una crisis de hambre cada vez más grave, con un millón de personas más en riesgo de sufrir inseguridad alimentaria aguda en los próximos meses debido a una inminente sequía, según el Programa Mundial de Alimentos (vía Reuters).
Las lluvias por debajo de la media que se esperan entre abril y junio podrían empeorar las condiciones tras dos temporadas fallidas, llevando la escasez de alimentos a niveles de crisis. La situación se agrava aún más por los recortes de financiación que ya han obligado a reducir los programas de ayuda, con una asistencia que ha pasado de 2,2 millones de personas en su punto álgido en 2022 a sólo 820.000 en la actualidad.
Los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables, ya que se prevé que 1,7 millones sufran desnutrición aguda, incluido casi medio millón en condiciones graves. Los altos precios de los alimentos, los conflictos en curso y las posibles reducciones de la ayuda internacional están añadiendo capas de incertidumbre a un panorama ya frágil. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollará la situación.