El gobierno de Taiwán está considerando seriamente emitir una advertencia para sus ciudadanos que viajen a países con estrechos vínculos con China, a medida que Pekín amplía su represión contra quienes abogan por la independencia de Taiwán, según fuentes (vía Reuters).
El año pasado, China puso en marcha una serie de controvertidas directrices dirigidas a los partidarios acérrimos de la independencia, que podrían implicar incluso la pena de muerte, a pesar de su falta de jurisdicción legal sobre Taiwán.
Taiwán se ha alarmado cada vez más tras recibir información de inteligencia que sugiere que China ha dado instrucciones a sus unidades de seguridad del Estado para que apliquen estas políticas en el extranjero, sobre todo en naciones que mantienen fuertes relaciones diplomáticas con Pekín.
La directiva pretende presionar a los ciudadanos taiwaneses que viven o están de visita en estas regiones, y los informes sugieren la posibilidad de interrogatorios o intimidaciones por parte de las autoridades locales, a veces con participación china.
Taiwán sigue de cerca la situación y sopesa si debe elevar sus advertencias de viaje para determinados países del Sudeste Asiático, ya que las tensiones con China siguen intensificándose. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollarán estos acontecimientos.