Mientras se recrudecen las tensiones comerciales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido imponer unos aplastantes aranceles del 200% sobre el vino y las bebidas espirituosas europeas, una dura réplica a los inminentes gravámenes de la Unión Europea sobre el whisky estadounidense (vía Reuters).
Como resultado, las acciones cayeron el jueves, ya que el temor al proteccionismo mundial sacudió a los inversores. Los líderes del sector intensificaron sus llamamientos a la desescalada, advirtiendo de la reacción de los consumidores ante la escalada de precios y el bloqueo logístico de las ya tensas cadenas de suministro.
La Unión Europea, que depende de Estados Unidos para casi un tercio de sus exportaciones de alcohol, se enfrenta ahora a un difícil equilibrio. De momento, está por ver cómo responderá la Unión Europea.