Empezó rumoreándose como SteamPal, finalmente ha sido Steam Deck. La consola portátil de Valve ya ha visto la luz oficialmente, con fecha de lanzamiento para diciembre y reservas a punto de abrirse. Como no podía ser de otra manera, uno de sus máximos artífices, Gabe Newell, ha ahondado un poco más en la filosofía de Valve tras ella y, sobre todo, las expectativas que tienen.
"El aspecto del precio era secundario, y doloroso", explica Newell en una entrevista con IGN, "pero, claramente, era un aspecto crítico. Lo primero eran el rendimiento y la experiencia, eso era la principal limitación que nos arrastraba". Equilibrar precio y hardware es complicado, como hemos visto en formatos muy similares a este, véase el caso de la recientemente anunciada Nintendo Switch OLED.
Aun así, en Valve se muestran seguros de lo que tienen y consideran que hay muchísimo potencial en Steam Deck: "Si hacemos las cosas bien, podemos vender millones de unidades y establecer una nueva categoría de producto en la que tanto nosotros como otros fabricantes de PC podrán participar".
Porque, aunque llegue como una consola portátil por su factor de forma o incluso la idea de conectarse a la TV con una estación de conexión, Steam Deck realmente es algo que va un poco más allá. Una especie de PC portátil, capaz de funcionar en Windows 10 y ejecutar software de terceros sin problemas.
Si consiguen lanzar el mensaje adecuado y acercarse al público objetivo de forma correcta, abrir esa nueva línea de productos dentro del sector del videojuego es algo que, según Valve, "va a aportarnos grandes beneficios a largo plazo". Se entiende, no solo a nivel económico, sino por la posibilidad de expandir Steam a más usuarios y, al mismo tiempo, poder experimentar con revisiones del modelo o elevar la competencia con otras compañías participando.