El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha vuelto a posicionarse como el principal obstáculo para las aspiraciones de Ucrania a la Unión Europea, declarando que sólo Hungría determinará si su vecino, desgarrado por la guerra, se adhiere al bloque de 27 miembros.
Durante un reciente discurso, caracterizó a Ucrania como una mera zona tampón entre Rusia y la OTAN, desestimando sus ambiciones de integración europea. También advirtió de que la adhesión de Ucrania devastaría a los agricultores húngaros y a la economía en general, reforzando su antigua resistencia al apoyo de la Unión Europea a Kiev.
Conocido por ser el aliado más cercano del presidente ruso Vladimir Putin dentro de la Unión Europea, Orbán ha criticado sistemáticamente las sanciones contra Moscú y ha retrasado la ayuda económica a Ucrania, a pesar de haber acabado cediendo en anteriores votaciones. Por ahora, está por ver cómo reaccionará la Unión Europea ante la última declaración de Orbán.