Juegos del Año 2015: Mejor Multijugador / Online

5. Rainbow Six: Siege (análisis)

Ubisoft se arriesgó cuando decidió cambiar el formato de esta saga de shooter estratégicos y apostarlo todo por el trabajo en equipo puro y el resultado ha sido muy acertado. Rainbow Six: Siege ha logrado sacar el máximo rendimiento a lo que significa la coordinación y la cooperación en los videojuegos con un par de modos de juego adictivos y dinámicos, que recuerdan por momentos a aquel primer Counter-Strike con el que despuntó el género. Pero va mucho más allá gracias a las distintas clases de personajes y los entornos destructibles. Un título que ofrece calidad sobre cantidad porque va directo a lo que va.

4. Halo 5: Guardians (análisis)

En general, lo que ha hecho 343 industries con Halo 5: Guardians es toda una maestra, muy por encima de una cuarta entrega un poco decepcionante. Y uno de los aspectos en los que la mejora ha sido evidente en es el multijugador online. Hay que destacar la variedad de modos, que permite a los jugadores organizarse de formas diversas, y especialmente el equilibrio entre los Spartans independientemente de su equipamiento. Hemos echado en falta más mapas, pero al menos sabemos que van a ir llegando poco a poco y gratis.

3. Splatoon (análisis)

Quién iba a decir a Nintendo que iba a llevarse el galardón al mejor multijugador en los prestigiosos The Game Awards con un shooter. Aunque Splatoon tiene un pequeño modo individual que sirve para practicar el tiro al octoling este juego vive y depende totalmente de las partidas en línea entre equipos de cuatro personas.

Nintendo lo lanzó en mayo dejándole todo el papelón de sustituir a un Mario Kart 8 que había resucitado la consola un año antes, confiaba en su producto. Pero el público seguía viendo aquello como un juego de pintura y colorines muy infantil, que además se controla raro con el giroscopio del Wii U Gamepad. Pero la prensa lo probó, la gente lo probó en beta abierta, y de repente todos quedaron encantados. La mecánica doble de pelear por pintar más territorio al tiempo que se acababa con los inklings enemigos era fresca y muy adictiva.

Cuando salió a la venta los jugadores se lanzaron a comprarlo y eso garantizó algo esencial, que siempre hubiera rivales en los servidores. Pero el contenido era muy escaso, apenas un puñado de escenarios y de modos que ni siquiera permitían organizar partidas personales. Todo eso ha cambiado, porque el tiempo ha traído dos actualizaciones que han dejado un Splatoon muy completo, que incluso se apoya en una web-app para rendir aun más.

Nintendo ha logrado trasladar el ritmo y la dinámica de Mario Kart y Super Smash Bros. a un género más, a uno de los más famosos del mundo. Identidad.

2. Call of Duty: Black Ops 3 (análisis)

Quien estuviera pensando en dar por muerto al CoD que se lo piense dos veces porque la gran franquicia de Activision se ha recuperado y vuelve con mucha fuerza. Los culpables tienen nombre, Treyarch, el estudio interno al que siempre se le puso la etiqueta de segundón y que ha sido capaz de imponerse a sus compañeros por méritos propios.

Call of Duty: Black Ops 3 es el título en el que más tiempo de desarrollo se ha invertido y lo devuelve con unos picos de calidad y de detalle que sorprenden incluso para una marca como esta. Aunque tiene un modo historia muy potente, la mayoría de nosotros nos acabamos tirando al multijugador para pasar las horas muertas en cuanto tenemos un rato libre, y ahí es donde vuelve a brillar con fuerza.

Los Especialistas son el aspecto que añade un toque de espíritu al título de CoD de este 2015. Ahora, el drama heroico está por doquier y, por ello, Black Ops III ofrece unos pedazo de tíos blindados para acelerar el género FPS que además tienen un par de habilidades propias que dan más de un disgusto a quienes no saben usarla y comprueban que el que tienes enfrente sí lo hace. Además hay varios elementos de gameplay nuevos, como el juego bajo el agua y las carreras por las paredes, que han permitido cambiar por completo el diseño de los niveles. En esta entrega hay que tener aun más ojos porque puedes sufrir una emboscada por arriba y por abajo. Los exoesqueletos de los personajes tienen una barra de resistencia que se usa para movimientos potenciados especiales como puede ser hacer una segada para pasar de una cobertura a otra rápidamente y sin morir.

El resultado es que un juego mucho más ágil y rápido, que cumple aun más la máxima de que quien se queda quito acaba por morir, y que por supuesto conserva toda la esencia y la calidad acumulada durante tantos años.

1. Rocket League (análisis)

Porque se lo ha ganado, porque se lo merece, Rocket League es el juego con el mejor multijugador y online de 2015. Puede ser el mejor regalo que han hecho a los jugadores de PS4 que están suscritos como miembros PS Plus, una de esas sorpresas que aceptas con desgana y solo aprendes a valorar con el tiempo. Como nos ocurrió a nosotros cuando le dimos un notable en nuestro análisis porque dudábamos de que pudiera mantenerse vivo con el paso del tiempo. No pudimos estar más equivocamos, y cómo nos alegramos de estarlo.

La premisa es muy simple, pero ahí radica su excelencia. Dos equipos de coches de radiocontrol se enfrentan en un partido de fútbol para intentar marcar la mayor cantidad de goles posible en la portería contraria con un balón de fútbol gigante. Pero a lo Destruction Derby, con los coches metiéndose piñas continuamente.

Brillante por encima de todo es su sistema de juego y control. Es un título que divierte a quien empieza pero que reclama horas para llegar a cotas de maestría en lo suyo. Los controles son sencillos pero dan margen a la expresión personal, de modo que un equipo bien entrenado es capaz de hacer jugadas muy elegantes a base de pases precisos. Su punto fuerte es el multijugador online porque cada uno tiene su propia pantalla, pero también se le puede sacar buen partido en local.

No os dejéis engañar por su aspecto, Rocket League es diversión multijugador en estado puro que además mejora mes a mes gracias al apoyo constante de Psyonix, uno de los estudios revelación del año.