Juegos del Año 2018: El Juego Sorpresa

5. GRIS

Sin una gran campaña de comunicación en la que apoyarse, pero con todo el poder de su estilo visual, GRIS ha pasado de no existir a convertirse en uno de los candidatos a juego independiente del año en tan solo tres meses. Entra por los ojos desde el primer momento y eso hace que sea muy fácil que pique el gusanillo de la información, por eso no le ha costado nada seguir y seguir. Pero no es solo fachada, también nos lo hemos pasado bien jugando.

4. Starlink: Battle for Atlas

No vamos a negar que la primera impresión que transmite lo nuevo de Ubisoft es la de ser un juego de naves simple y genérico, pero el momentazo de Miyamoto y Fox McCloud en el E3 le cambió la cara. El mayor reclamo en la presentación no era otro que el de los juguetes y cómo se traslada al gameplay el cambio de piezas, tanto en aspecto como en estadísticas. Pero cuando por fin lo hemos podido jugar nos hemos encontrado con un título bien elaborado, profundo y capaz de agradar a toda la familia por igual. Además, la actualización gratuita de Starlink: Battle for Atlas le ha hecho mucho bien porque ha ido directa a los fallos de diseño.

3. Frostpunk

En los videojuegos estamos acostumbrado a trabajar con la crueldad, pues la libertad creativa que ofrece poder construir cualquier personaje invita a experimentar con ellos. 11 Bit Studios ya nos había demostrado que sabe ponernos en situaciones difíciles, pero esta vez lo ha llevado hasta el extremo de la extinción. Frostpunk es un buen juego de estrategia para quienes persiguen retos difíciles, pero también es un dilema constante por lo determinante que es cada decisión que tienes que tomar. Y aún así, consigues disfrutar de ese sufrimiento.

2. Nintendo Labo

Lo de Nintendo Labo está siendo un caso muy extraño, pero no por ello podemos olvidarnos de él en estos rankings de final de año. La idea nos encanta, sin ninguna duda. Cuando sus creadores presentaron y explicaron en profundidad esa forma de combinar manualidades con cartón y cuerdas, la tecnología de Switch y el software, nos quedamos con la boca abierta. Cada kit es fascinante en sí mismo, comenzando por el diseño de las planchas de cartón y las piezas y terminando por esa herramienta de creación libre que ha dado inventos increíbles.

Pero no podemos negar que también estamos sorprendidos por cómo está siendo la acogida del producto. Una vez en las manos, el proceso de construcción acaba por satisfacer más a los mayores que supuestamente están para ayudar que a los pequeños que teóricamente tendrían que estar más ilusionados con el montaje. Puede que esa sea una de las razones por las que no se ha convertido en el exitazo en ventas que esperaba Nintendo para sus kits de Labo.

1. Yoku's Island Express

¿Os gustan los pinball? ¿Y las fases de lanzamiento de barril a barril de Donkey Kong Country? Pues más o menos eso es lo que propone Yoku's Island Express una vez que tiras al personaje a estas plataformas 2D, por las que se mueve con los golpes de unas palas de pinball y los impulsos del balanceo de unos apoyos a otros.

La parte más sorprendente es la tranquilidad de la experiencia. De cómo una mecánica que podría ser de lo más estresante si la bola se comporta con malicia, se transforma en algo placentero gracias a un ritmo más pausado y sosegado. También, por las buenas sensaciones que transmiten esos fondos coloridos, unos personajes que recuerdan mucho (quizá demasiado) a los de Studio Ghibli y una banda sonora muy tierna.

Por eso consideramos como el digno merecedor del Premio Juego Sorpresa del Año 2018.