Tras la decepción de perder la final de la FA Cup el pasado fin de semana, el Manchester City disfrutó anoche de un partido muy emotivo: el adiós a Kevin de Bruyne, el regreso de Rodri, y acercarse a asegurarse un puesto entre los 5 primeros (incluso un segundo puesto es posible) en la Premier League, ganándose un billete para la Liga de Campeones la próxima temporada. Sin embargo, Pep Guardiola nunca está del todo contento, y dijo algo que sorprendió a muchos, amenazando incluso con dimitir si el club no lo arregla: no le gusta tener tantos jugadores.
Después de soportar una temporada horrible con muchas lesiones (incluido su Balón de Oro, Rodri, que volvió anoche tras casi toda la temporada de baja), se podría pensar que tener tantos jugadores como sea posible es bueno. Sin embargo, Guardiola no lo ve así, porque tener tantos jugadores significa que no todos podrán jugar, y eso "es imposible para mi alma".
"Como entrenador no puedo entrenar a 24 jugadores y cada vez que selecciono tengo que hacer que cuatro, cinco, seis se queden en Manchester en casa porque no pueden jugar. Esto no va a ocurrir. He dicho al club que no quiero eso".
¿Y si muchos se lesionan, como este año? "Si tengo lesiones, pues mala suerte, pero tenemos jugadores de la cantera." Guardiola dice que es insostenible, y contraproducente, porque es más difícil para los jugadores crear otra conexión entre ellos, que cree que es algo que esta temporada "la hemos perdido un poco".
Esto se produce después de que el Manchester City gastara más de 200 millones de libras en el mercado de fichajes de invierno, comprando cinco nuevos fichajes: el delantero Omar Marmoush, el centrocampista Nico González, los defensas Vitor Reis y Abdukodir Khusanov, mientras que el centrocampista Juma Bah fue comprado (algunos dirían robado) al Valladolid y cedido al Lens.
Pero Guardiola es inflexible: "No quiero dejar a cinco o seis jugadores en el congelador. No quiero eso. Dimitiré. Haz una plantilla más corta, me quedaré".