Opinión: jugar a Tomb Raider: Definitive Edition un año después

¿Deberías comprarlo? Sí. Y si ya lo tienes, ¿deberías comprarlo otra vez? No. pese al marketing de Square Enix, al comprar la Definitive Edition no te llevarás ningún extra a nivel de gameplay que no hayas experimentado ya en PS3, Xbox 360 o PC desde marzo del año pasado. Vale, viene con adornos adicionales, cositas en el multijugador, una tumba inédita, pero el contenido que te perderás no es de calibre Skyrim.

Este re-lanzamiento hace dos cosas. Una, ofrecer a los jugadores de PS4 y Xbox One un nuevo título en un período de sequía. Dos, permitir a muchos reevaluar o reconsiderar el original, que quedó algo tapado entre los grandes lanzamientos de finales de 2013. Puede que los gráficos estén más pulidos, pero también te das cuenta de lo bien que pintaba este juego la primera vez.

¿El debate de los 30/60fps? Ignóralo. Ya te dispongas a jugar en Xbox One o PS4, vivirás una aventura que se coloca con la cabeza alta entre el catálogo de lanzamiento 'next-gen' a nivel gráfico.

Me pasé el 'reboot' el año pasada para redactar su análisis, y todavía lo recuerdo con cariño. Puede que no fuera suficiente como para alcanzar el top de los mejores juegos del año, pero convenció a muchísimos jugadores. Es una aventura divertida; diseño fino y contundente, geniales mecánicas de combate. Me encantaron los escenarios, y todavía lo hacen. Yamatai parecía un lugar real, pese a los matices sobrenaturales y de ocultismo. Como si los desarrolladores hubieran mapeado una isla real y construido el juego a su alrededor, en lugar de montar una que encajara con sus planes.

Los caminos lineales y las pequeñas áreas de conexión no hacían menguar los elementos de exploración. Tomb Raider dejaba una sensación de estar bien acabado. Cuando llega el momento de peinar la isla después de los créditos finales en pos de completar los desafíos, sientes que conoces (y que te has pateado) cada rincón de la isla. Notas una extraña comodidad. Me encanta lo interconectada que está cada zona, las múltiples rutas y caminos. Cómo la verticalidad se convirtió en una representación visual de lo lejos que habías llegado.

Me senté a echar una partida a una buena porción de la nueva edición durante el fin de semana, llegando justo hasta después de la introducción de los Oni, en esa caída por una cueva llena de cadáveres.

Me sorprendió lo rápido que avanzaba -quizá para la segunda vuelta debería haber ajustado la dificultad- pero aun así me mantuve alerta todo el rato. Evidentemente no hay ese hábil equilibrio entre temor y lucha que consigue transmitir The Last of Us, pero el paso de verte sobrepasado e inexperto a mejorado y confiado se da de forma sutil. La flexión automática de Lara o que desenfunde ella sola cuando se acerca el peligro, junto a su auto-inclinación hacia las coberturas, sigue sirviendo para un genial control sobre el combate.

Todavía me deslumbraban los escenarios y los elementos gráficos. Fuegos en el bosque, aldeas en la ladera de la montaña. Incluso la lluvia picoteando y emborronando la pantalla, o cualquier primer plano del rostro de Lara in-game. Esa es una de las mejoras obvias; el modelo de personaje in-game ahora supera al de las escenas cinematográficas.

Existen concesiones triviales a los toques 'next-gen'. Los comandos de voz -para sacar mapas, cambiar armas (al menos puedes especificar 'sigilo' en este caso)- no son nada mejor que un toque rápido a un botón. De hecho se puede decir que gritar 'sigilo' a la pantalla arruina la ilusión cuando te acercas silenciosamente a un enemigo desprevenido.

El touch pad del mando de PS4 permite girar los objetos recogidos, buscando pistas. Me resultó algo complicado de más. Mejor fue prender o dejar caer una antorcha -deslizando arriba o abajo en el touch pad, lo que deja la sensación de encender una cerilla, a juego con la acción de Lara en pantalla-.

También han implementado audio en el mando de PS4, pero de una forma bastante rara. Las grabaciones salen tanto del altavoz del mando como de la pantalla. Killzone demuestra lo efectivo que es que los 'audio logs' suenen desde el mando. Lo mismo pasa con las conversaciones por radio; sin duda habría sido mucho más atmosférico mantener las respuestas de radio de los que te están hablando únicamente en el mando. Sólo puedes encender o apagar el audio del mando, así que no hay opciones de personalización para esto.

Confesión: No soy capaz de decir si también han retocado el apartado sonoro, pero definitivamente noto la banda sonora mucho más en esta ocasión. Es un fantástico paisaje sonoro de estilo discreto compuesto por percusión y sonidos ambientales, con el cuerno ocasional que indica momentos heroicos. Otro gran trabajo de Jason Graves.

Los problemas de antaño siguen ahí. Los saltos más largos de Lara aún dejan una sensación de flote, y todavía tienes momentos de parpadea-y-te-lo-pierdes cuando parece estar imantada a la animación correcta de agarre cuando quiere alcanzar un saliente. Las tumbas opcionales siguen siendo escasas, al igual que el trabajo de puzles. Cazar animales más allá del primer ciervo aporta poco aparte de XP y Trofeos. Todo lo dicho en el análisis del original es igual de cierto en la Definitive Edition.

Por lo tanto, puede ser un juego notable alto o bajo según quien lo mire, pero todavía no sobresaliente. Para muchos como yo entra en la primera categoría, porque es una experiencia moderna e increíblemente divertida. Habrá una segunda parte mejor construida sobre los cimientos de este 'reboot', pero aun así merece la pena vivir este juego.

Si eres un nuevo usuario de PS4 o Xbox One que busca algo que rellene ese hueco post-lanzamiento, este juego no te irá nada mal. Puede que te cueste un poco más tragar el precio de juego de estreno conociendo que el original salió hace casi un año. Si también tienes una Xbox 360 o PS3 enchufada a la tele, o todavía no has dado el salto a sus respectivas 'next-gen', entonces compra esa versión a precio de ganga y ahorra unos cuantos euros. De cualquier manera, en cualquier sistema, Tomb Raider es un título que los fans de la aventura tienen que probar.