Si "EA" son las siglas de "Electronic Arts", "QA" son las siglas de "Quality Assurance" (Control o Garantía de Calidad). A juzgar por el resultado con los dos últimos juegos de Respawn, ambas abreviaturas llevan un tiempo reñidas, y eso a priori solo puede achacarse a la publicadora, sobre todo cuando es reincidente.
Esperé a las recientes vacaciones navideñas para jugar a Star Wars Jedi: Survivor. El universo Star Wars me encanta por regla general y en esta ocasión no quería cometer el "error" de jugar de lanzamiento. No debería ser un error, pero algunas compañías, sobre todo cuando sus géneros se despliegan en un mundo abierto o con simulaciones físicas complejas, nos están malacostumbrando a que los juegos lleguen al mercado sin pulir o directamente rotos, y que por tanto convenga esperar un tiempo, lo que a su vez descalabra sus previsiones.
Pero veamos primero la precuela de esta historia. En noviembre de 2019 EA lanzaba Star Wars Jedi: Fallen Order, el primer gran trabajo de Respawn Entertainment con licencia de una galaxia muy, muy lejana. Una ambiciosa apuesta que combinaba no sin riesgo mundos amplios, combate usando la Fuerza en tercera persona y dos buenas raciones de los subgéneros metroidvania y soulslike, tan de moda desde aquellos años, todo dentro de una historia canónica en tiempos de Darth Vader. Era espectacular, y en cierto modo coincido con los aspectos positivos que señaló mi compañero Jonas en su análisis de Fallen Order, pero el juego salió completamente roto. Y la prensa lo debimos decir más.
Yo jugué en una Xbox One X y mi experiencia no pudo ser más frustrante. Jugué hasta el final, por supuesto (y cierto cameo antes de los créditos lo hacen indispensable para cualquier fan de la saga), pero los múltiples errores arruinaron casi toda mi partida. Controles que fallan, enemigos que se atascan o te atacan a través de las paredes, elementos que se quedan pillados temblando, saltos que fracasan, criaturas que se enganchan con el escenario... y por supuesto, docenas de fallos gráficos y glitches de toda índole.
Si sumaba esto al hecho de que los distintos estilos de lucha eran más bien una ilusión (tenías que ceñirte a técnicas concretas aparentemente opcionales), a que la recompensa por explorar era un poncho y no algo que mejorara realmente el personaje, o a que algunos enemigos hacían trampas descaradas delante de tus narices, lo que es inadmisible en un souls con, ejem, respawn de enemigos (como torcer la dirección de un ataque recto para darte sí o sí), pues la sensación de que lo que podía ser uno de los mejores videojuegos de Star Wars resultaba en verdad un fracaso no me la podía quitar.
"Tenías que haber jugado varios meses después", me dije, y me dijeron varios amigos, viendo que, claramente, EA apremió a Respawn para llegar a la campaña navideña de aquel año. "Pero también hay fallos de diseño", me decía y les decía, alegando que los problemas no eran solo técnicos, y que si Fallen Order necesitaba 3-4 meses de pulido adicional antes de salir, quizá también los necesitó en su día en la pizarra para clavar bien lo que quería ser y no diluirse en intentar cumplir con las tendencias, algo que históricamente también ha sido una manía de EA.
Pasó el tiempo, compartí mi decepción con unos y otros, que me decían que el juego había mejorado mucho, y llegó abril de este año, cuando salió la secuela, Star Wars Jedi: Survivor (análisis). Yo no tropecé dos veces con la misma piedra, pero EA sí. Me esperé, no al mes siguiente, sino ocho meses, para jugar el título en PS5, que además imagino será la versión líder. Y, oye, mi partida empezó mucho mejor, parecía bastante más pulido, y el juego es una maravilla audiovisual. Además, se empeña en mejorar un par de cuestiones claves del primero: que la variedad sea significativa y que la exploración sea gratificante.
Pues bien, ahora que me acerco al final, y tras vivir lo que se supone debe ser uno de los mejores combates del juego (pista: el del caza Tie), no puedo más que lamentar que repita la mayoría de los problemas del original. Por mucho que me lo esté pasando mejor y que en mi opinión sea un producto superior, ¿cómo es posible que esté tan mal acabado? Este título salió retrasado en primavera, ya sin las prisas navideñas a las que se veía abocado una vez más en 2022, y aun así, tantos meses después sigue repleto de errores.
Texturas, geometría e iluminación que no cargan, controles que no se activan (qué mal sienta que BD-1 te avise de escanear o examinar algo y no aparezca el prompt en pantalla), plataformeo que falla, enemigos que se encallan atravesando los polígonos, trampas baratas. Situaciones ridículas por mal pulidas o desequilibradas, tramos desorientados, monstruos que flotan en el aire. Muerte por caída desde un par de metros para un poderoso Jedi, enemigos que pierden el foco (fijación), puertas abiertas que no funcionan. Mapa desviado, elementos que desaparecen, cierres repentinos del juego (dos solo en el Fuerte de Kah'lin)... No es lo mismo ni pasa tan a menudo, pero sí que genera esa sensación de, "cuidado, porque puede quedarse pillado y echarte a perder la sección".
"Sabemos que la partida está amañada, pero nosotros decidimos cómo jugarla" - Greez, cuando mueres por enésima vez por un glitch
Al final, es una verdadera pena. Survivor renderiza escenarios que son de los más bellos de todo 2023, y mira que salieron títulos de primera. Su recreación de Jehda es una delicia y de los mejores complementos que puedes ver de Rogue One: Una historia de Star Wars, todo un regalo para fans. Su planeta principal, Koboh, es probablemente el más bonito y amplio que se ha jugado en un videojuego de Star Wars jamás. Su homenaje a Coruscant nos hace recordar lo que quería ser Star Wars 1313. Asombran sus saltos desde el hiperespacio, sus puzles mucho más ingeniosos (algunos te recordarán a Zelda), su mayor hincapié en la libertad y en la recompensa. Su música y su perfecto diseño de audio. Vale que la historia no ganaría ningún premio, pero en eso que llaman el moment-to-moment Survivor está mucho mejor planteado y el talento de sus artistas y diseñadores de juego está fuera de toda duda. Pero está bastante roto.
De funcionar a la perfección, o al menos como se le debe exigir a un título de este calibre, Star Wars Jedi: Survivor bien podría haber competido en varias categorías de los Premios Juego del Año 2023, pero conforme salió, conforme sigue, más bien se peleó por entrar en la categoría de Juego Decepción el día de los Santos Inocentes.
¿Es que es incapaz Respawn, estudio que firmó los fantásticos Titanfall y Apex Legends, de terminar bien un trabajo cuando además se trata de una secuela directa? Podría ser, pero ya sea por asignar más recursos o por controlar mejor lo que sale al mercado, la culpa última es de Electronic Arts. Y por desgracia, no es la primera vez que se muestra insegura con una de sus licencias más valiosas, y desde ahora que no la tiene en exclusiva podría ver cómo le adelantan por la derecha proyectos como el de Ubisoft (Star Wars Outlaws) o el de Quantic Dream (Star Wars: Eclipse). O, irónicamente y con un toque de revancha, Skydance Interactive con el juego de Amy Hennig después de que la propia EA le cancelara otro hace años.
Hasta el día de Reyes, Star Wars Jedi: Survivor para PS5 se puede comprar por 40 euros en la PS Store. A mitad de precio, vamos. En la Xbox Store mantiene su precio original de 80 euros, y no puedes hacer el truco de "los créditos servirán" ondeando la mano ante el monitor. Si eres fan de Star Wars y entiendes con este artículo a lo que te enfrentas, aprovecha la oferta. Por su precio completo, es una pena que no os lo pueda recomendar porque no lo han arreglado como merece en todo este tiempo.
Y ahora, ¿qué? En el horizonte de Respawn están la cantada tercera parte de la trilogía de Cal Kestis (un Star Wars Jedi 3 que haga de secuela de Survivor, ya sin Stig Asmussen), el confirmado FPS de Star Wars de Peter Hirschmann y, ya con pinzas, quizá el rumoreado Titanfall 3. ¿Pondrá EA todos los recursos, gestión, atención y esmero que merece una superproducción para que salga redonda?
La prensa no fue lo suficientemente dura con los dos Jedi y este problema grave que comparten y aún hoy encontrarás "críticas generalmente muy positivas". Pero hubo varias voces rebeldes, también de la comunidad y, si no toma nota, EA no solo seguirá desperdiciando la Fuerza de una licencia que ya no posee como suya: volverá a arriesgar el lucrativo negocio de las aventuras en solitario, aquel que menospreciaron hace diez años.
¿Has jugado a Star Wars Jedi: Survivor? ¿Qué te ha parecido?