10. Dead Synchronicity: Tomorrow Comes Today (análisis)
Son muchos los títulos de aventuras narrativas y novelas interactivas que se avalanzan hoy en día sobre el jugador, unas tratando de innovar y otras manteniendo la esencia clásica pero con retoques. Pero Fictiorama y Daedalic han tirado por lo más clásico para crear una experiencia point&clic sin complejos con un buen guión, que además luce mucho con su presentación 2D estilo cómic europeo. Por cierto, un detalle, Dead Synchronicity: Tomorrow Comes Today es el único desarrollo nacional que ha entrado en estos premios.
9. The Escapists (análisis)
The Escapists es el producto de la mente de un hombre, Chris Davis, que quiso recrear, a su manera, un título de ZX Spectrum, School Days. Una recreación de la vida en la cárcel, con toda su rutina burocrática y sus siniestras normas casi paramilitares operando en la sombra. Una experiencia dura y amarga que no queda suavizada ni por su presentación en gráficos píxel bastos. Al final, la única salida es la que no existe, lograr escapar de cada una de las prisiones, en cuerpo y alma. Puede parecer muy simple, pero es impresionante la experiencia tan cruda que ha logrado transmitir un solo desarrollador.
8. Fast: Racing Neo (análisis)
A falta de un F-Zero en Wii U o de un Wipeout en PS4, los alemanes Shin'en Entertainment se han pasado más dos años trabajando en un título de velocidad extrema futurista que pudiera satisfacer a los fans de este subgénero de las carreras. El resultado ha sido soberbio, un juego de mucha calidad, con un diseño de niveles y de escenarios espectacular, un control muy fino y que no renuncia a sus propias reglas para diferenciarse de las sagas famosoas. Además, Fast: Racing Neo saca todo el jugo a la potencia de una Wii U que se lo lleva como exclusiva, fluye a 60 fps de forma limpia y viene bien cargado de modos de juegos, incluido el multijugador local y online.
7. Volume (análisis)
Cuando eres capaz de crear y de contar una historia con un puñado de bloques, unos matices de color y una voz en off como la de Thomas Was Alone, las expectativas sobre ti se agigantan. Mike Bithell ha vuelto, esta vez con un título de infiltración, pero que muestra la misma fortaleza que su primer trabajo. Volume es un juego decidido y cohesionado con mucha capacidad de adicción y un diseño de niveles muy inteligente que da sentido a los objetos y la exploración, que solo pierde algo de fuelle por una trama que tiene varios puntos débiles a pesar de recurrir de nuevo a la narración en off para enganchar al jugador.
6. Undertale (análisis)
Cuando el mundo parece estar completamente en paz siempre puede surgir alguna pequeña complicación, como por ejemplo caer al abismo donde habitan los monstruos. Para salir de ahí, Undertale trata de contar una historia que parte de las bases del JRPG clásico pero las retuerce para que sea más fresco, más dinámico, más cercano y más rejugable. En lugar de tener todo cerrado y atado, o lo que es lo mismo, luchar y ganar, aquí cada encuentro se resuelve como mejor crea el jugador y el uso de la palabra siempre tiene un lugar. Esto provoca que vayan surgiendo emociones y empatía con todo tipo de criaturas, aunque también deja abierta una puerta a la traición y la rebeldía. Un viaje corto e intenso que merece la pena recorrer.
5. Soma (análisis)
Frictional Games se puso a sí misma el listón muy alto con Amnesia, por eso había ganas de ver si podían seguir por el mismo camino. Y no han defraudado porque Soma es un juego construido completamente sobre la tensión, el misterio y la historia que te invita a saboreando cada rato que pasas en esta pesadilla submarina. Tiene una estructura narrativa soberbia que te invita a explorar todo en busca de los pequeños detalles que van construyendo su atmósfera de terror. Lo que más ha mejorado respecto a su juego anterior son as mecánicas, la interfaz y el control, es decir, esos puntos en los que el estudio flaqueaba. Soma es solo para valientes, prohibido para claustrofóbicos.
4. Nuclear Throne (análisis)
Con la cantidad de juegos de acción roguelike que hay en el mercado, y los que siguen llegando, es imprescindible presentar algo que tenga elementos distintivos, que sea capaz de sobresalir por encima de la competencia. Vlammbeer lo ha conseguido a partir de la combinación de tres o cuatro elementos: unos gráficos y un audio excelentes, un equilibrio fantástico entre todos los elementos para que las partidas sean justas a pesar de la dificultad, un buen sistema de generación de niveles que le dé vida durante mucho tiempo y una gama de personajes variados y divertidos que invitan a plantear cada nueva partida desde un punto de vista alternativo. Si las recreativas de 25 pesetas volvieran a estar de moda las mayores colas estarían tras la pantalla de Nuclear Throne.
3. Axion Verge (análisis)
Metroidvania por aquí, Metroidvania por allá. El despegue de los juegos independientes ha vuelto a poner de moda este subgénero de acción bidimensional retorcida con márgenes difusos.
Axiom Verge se centra principalmente en la exploración y la búsqueda de soluciones rápidas a los problemas con los que nos vamos encontrando. Pero, al igual que su protagonista Trace, estamos solos. Desde el principio, el título de deja en este universo gigantesco y entrelazado, construido sección a sección durante cinco años de trabajo, para que descubras de lo que es capaz tu personaje y cuáles son sus límites. Aunque no son fáciles de encontrar, porque aquí siempre aparece un trozo más por explorar, una mejora más por equipar, cuando parece que todo está a punto de acabar.
Como tantos otros de esta lista, es el fruto del trabajo de una sola persona (se aceptan colaboraciones), Thomas Happ, que por necesidad ha acudido a un estilo artístico retro 8bits-16bits. Pero tanto sus gráficos como sus efectos de sonido y sus melodías rayan a un nivel muy elevado, como el de los títulos más memorables de los años 80 y 90.
Hay quienes dicen que ya cansa tanto mirar al pasado, que ha habido una inundación de este tipo de juegos, pero Axiom Verge desprende calidad se le mire como se le mire.
2. Affordable Space Adventures (análisis)
En ese pequeño oasis de desarrolladores que se deciden por explorar el Wii U Gamepad está KnapNok Games, el estudio que junto a Nifflas se ha atrevido a buscarle las vueltas al mando más grande y más desaprovechado de las consolas.
El resultado ha sido Affordable Space Adventures, una obra única desde el punto de vista técnico, pero también por la concepción y las simpatías que produce su protagonista, una nave mínimamente humanizada a la que le acabas por coger el mismo cariño que a todos esos tratos viejos de los que piensas que nunca vas a poder separarte. Es el culmen a un apartado visual sencillo pero muy bello que absorbe con su oscuridad y con el puñado de efectos de sonido que lo acompañan.
Pero la clave está en su jugabilidad, y en el diseño de niveles y sus puzles integrados que ha permitido. Affordable Space Adventures convierte el Wii U Gamepad en un panel de control real que tienes que aprender a manejar con tanta soltura y velocidad como un piloto real. Su motor diésel y su motor eléctrico, junto a sus funciones extra dan para tenerte pensando en cómo avanzar sin hacer trizas tu aparato. Lástima que no haya un mundo abierto en el que utilizar esta nave, porque esta forma de combinar pantalla táctil y tele es una maravilla que aun puede dar mucho más de sí.
1. Ori and the Blind Forest (análisis)
Si consigues el premio como Juego del Año 2015 al mejor diseño visual y gráficos y también el del Juego del Año 2015 al mejor sonido, entonces es que lo que estás ofreciendo es algo de mucha calidad. No cabe duda, Ori and the Blind Forest es el mejor juego independiente de toda esta temporada, aunque hay que reconocer que Moon Studios ha contado con los recursos de Microsoft y podría decirse que es más bien un proyecto intermedio.
Ya lo hemos dicho, nos ha encantado su capacidad para atrapar con un aspecto visual digno de cuento de hadas que hace que cualquiera se quede mirando al televisor mientras juegas para ver qué es eso que sale de la pantalla. Nos ha cautivado su increíble banda sonora, el complemento perfecto terminar de complacer a los sentidos mientras se desarrolla la partida.
Pero lo que nos hace darle el premio global es que el resto de aspectos están al mismo nivel, como la transformación de ese bellísimo mundo en un entorno jugable con un diseño de niveles ingenioso que da pie a utilizar una serie de habilidades idóneas y bien estructuradas que sirven para descubrir montones de secretos. Funcionalidades que, además, se pueden aprovechar a la perfección gracias a un sistema de control totalmente preciso.
Se dice que siempre son los grandes AAA los que hacen que alguien se cambie de plataforma de juego, pero Ori and the Blind Forest es motivo suficiente para hacerse como sea como una Xbox One o con un PC, porque es una experiencia para disfrutar a todos los niveles y por todos los públicos.